El Consejo de Administración de Ibercaja ha aceptado la renuncia del que era hasta hoy el presidente no ejecutivo del banco, José Luis Aguirre. Su puesto lo ocupará a partir de ahora Francisco Serrano, que se incorpora al Consejo como consejero externo dominical, representando a la Fundación Ibercaja.

Este cambio se produce tres meses después de anunciarse, en diciembre, una vez formuladas las cuentas anuales de 2021 de Ibercaja y al haber obtenido "el pronunciamiento favorable de las autoridades de supervisión competentes para el candidato propuesto", según ha comunicado el propio banco en un comunicado.

Aguirre es licenciado en Ciencias Económicas y Derecho por la Universidad Comercial de Deusto y máster en Desarrollo Organizativo por el IOD de Lovaina. Se incorporó a Ibercaja en 1987 como subdirector general y director de desarrollo de negocio. En 1991 fue nombrado director general adjunto, con responsabilidad en las áreas de negocio minorista, red de oficinas, riesgos, seguros y banca a distancia.

Ya como director general, desde 2004, junto al entonces presidente Amado Franco pilotó el final del proceso de la expansión nacional de Ibercaja. Entre 2008 y 2015, estuvo al frente de la adaptación a la nueva regulación con la transformación de la Caja en Banco e incorporación a Caja3.

Un directivo "clave"

La compañía afirma que Aguirre ha sido un "directivo clave en la construcción de las principales ventajas competitivas actuales de la entidad", tales como el impulso a la calidad de servicio en la relación con los clientes, la expansión geográfica del banco más allá de sus territorios tradicionales, la implantación de una cultura de riesgo crediticio basada en el rigor y la independencia de criterio, así como la constitución y el excelente desempeño de las diferentes filiales del grupo.

Tras la materialización de este relevo, Ibercaja afirma que mantiene su "modelo de gobierno corporativo", en sintonía "con las expectativas del Banco Central Europeo y con las mejores prácticas sectoriales", designando un presidente no ejecutivo. Su tarea desde este cargo será la de "impulsar la supervisión de la gestión del banco".

Por su parte, Víctor Iglesias se mantiene como consejero delegado, "al que le corresponde el liderazgo en la dirección y gestión del banco, en su condición de primer ejecutivo". De este modo, sostienen, Ibercaja "preserva un adecuado gobierno interno, y además otorga continuidad a sus valores corporativos distintivos, que le han consolidado como un proyecto de banca minorista solvente, independiente y de futuro".