El Museo de Zaragoza acoge desde este viernes y hasta el próximo 19 de junio la exposición 'Azaña: intelectual y estadista. A los 80 años de su fallecimiento en el exilio', que ha sido inaugurada por el presidente de Aragón, Javier Lambán, junto al consejero de Educación, Cultura y Deporte, Felipe Faci.

Lambán ha explicado que exposiciones como esta contribuyen a dimensionar en la memoria colectiva y en el acervo cultural de las gentes "la singularidad de don Manuel".

Además, cree en estos tiempos que vive la política nacional es necesario traer al debate actual a un hombre que trató de superar la política española en términos de confrontación entre las dos Españas. El presidente aragonés ha remarcado su faceta culta y su perfil de político moderado y reformista "que devino republicano porque la monarquía de la época impidió traer una democracia liberal como la inglesa o la francesa sin necesidad de desmontar el andamiaje de la monarquía pero, en contra de sus desvelos, los acontecimientos discurrieron por otros derroteros".

Una joven mira atentamente fotos y textos referidos a Azaña. ÁNGEL DE CASTRO

Según Javier Lambán, Azaña promovió leyes progresistas y trabajó en una dirección en la que solo encontró obstáculos con la Guerra Civil y fue traicionado y vilipendiado hasta el punto de tener que tener que ser enterrado en Montauban sin un apoyo del régimen de Vichy.

El presidente autonómico ha estimado oportuno acercar esta muestra a Zaragoza para recibir el "alimento moral y político" de quien, a su entender, es "uno de los tres grandes hombres de Estado" que ha dado la España contemporánea, junto a Antonio Cánovas del Castillo y Felipe González.

"A los españoles, por nuestro propio bien, como ciudadanos, demócratas y por nuestro país nos interesa mucho asumir esa riqueza de nuestra historia política" y esta muestra ayuda a dimensionarla "en la memoria colectiva", ha dicho Lambán, que ha calificado a Azaña como un hombre "culto", Premio Nacional de Literatura en 1926, un político "moderado" y "reformista".

El presidente aragonés ha contado que, a partir del golpe de Estado de Primo de Rivera, "se desengañó de la posibilidad de democratización de la monarquía" y apostó por la República de "manera cabal" para "traer la democracia liberal", para lo que aprobó leyes "que trataban de homologarnos a una Administración moderna".

"La Guerra Civil supuso un cúmulo de contratiempos. Le traicionaron aquellos en los que había creído pensando que iban a solucionar para siempre el problema de Cataluña, Esquerra Republicana"

Javier Lambán - Presidente de Aragón

Sin embargo, la Guerra Civil supuso "un cúmulo" de contratiempos. "Le traicionaron aquellos en los que había creído pensando que iban a solucionar para siempre el problema de Cataluña, Esquerra Republicana de Cataluña", además "de que le vilipendiaron desde la izquierda y la derecha".

Por otra parte, Lambán ha constatado que si bien Azaña "se prodigó en grandes mítines en todo el territorio español", así como en conferencias en Ateneos sociales y culturales, "no tenemos registrada ni una presencia suya" en el quinquenio republicano en Aragón, a pesar de que se matriculó en Derecho en la Universidad de Zaragoza en 1898 y su hermano Gregorio fue presidente de la Audiencia Territorial de Aragón entre 1932 y 1934, institución antecedente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

La muestra ha sido organizada por el Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, a través de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, y Acción Cultural Española (AC/E), con la colaboración de la Biblioteca Nacional de España (BNE), y cuenta, en Aragón, con la financiación del Departamento de Educación, Cultura y Deporte. Comisariada por Ángeles Egido y Jesús Cañete, la exposición repasa la vida Manuel Azaña, presidente de la II República entre 1936 y 1939 y una de las figuras más relevantes de la historia contemporánea de España, que falleció en el exilio en Montauban (Francia), en noviembre de 1940.

La muestra recorre diferentes periodos de la vida de Azaña: su infancia y juventud en Alcalá de Henares, su posterior desarrollo en Madrid, y se adentra en tres etapas cruciales de la historia de España: la Segunda República, la Guerra Civil y el exilio. La exposición cuenta con cerca de doscientas obras procedentes tanto de la BNE como de otras instituciones españolas y extranjeras.

Una de las zonas de la exposición en el Museo de Zaragoza. LUIS CORREAS / DGA

La exposición proporciona una imagen completa del hombre que fue en su triple dimensión: humana, intelectual y política, subrayando, además de su labor como ministro, jefe del Gobierno y presidente de la República, su condición de intelectual de prestigio.

En la muestra se exhiben más de 70 piezas procedentes de instituciones públicas y colecciones privadas, además de más de 140 reproducciones en gran formato de imágenes y documentos. Para esta exposición se han rescatado fotografías y videos, muy poco conocidos, que permiten acercarse no sólo a la figura y a la obra de Azaña, sino también a la memoria de su tiempo.

En cuanto a su dimensión política, Azaña es uno de los principales promotores de la llegada de la República en abril de 1931. Los grandes debates del periodo cuentan con su destacada, y a veces controvertida, intervención: el Estatuto de Cataluña, la Reforma Agraria, la cuestión religiosa o el voto de la mujer. No en vano, se identificó a la República con Azaña y a Azaña con la República.

En definitiva, el objetivo de la muestra es dar a conocer la figura y el pensamiento de Manuel Azaña, una de las personalidades más significativas desde el punto de vista intelectual y político del siglo XX, que destaca también por su compromiso ético y por la calidad de su pensamiento político, de ahí que haya sido reconocido como un gran estadista.