El Periódico de Aragón

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Vuelta a la normalidad tras la pandemia

Vaquillas, orquestas y feriantes de Aragón vuelven a dar el espectáculo

El fin de la pandemia y las fiestas patronales disparan la demanda de diversión en toda la comunidad y dinamizan el sector del entretenimiento

Las fiestas, como la de Teruel, vuelven de nuevo a las calles de Aragón. | CARLOS GARCÍA / EFE

El sector del espectáculo ha resucitado con la vuelta de las fiestas populares, que habían quedado interrumpidas o convertidas en manifestaciones minoritarias durante los dos años largos de la pandemia de coronavirus.

Actividades como la música, los toros y las tradicionales ferias, que constituyen el alma de cualquier fiesta en Aragón, habían decaído hasta tal punto que algunas empresas desaparecieron y otras se vieron obligadas a reducir sus plantillas con el fin de poder subsistir.

Por eso ahora la reanudación del trabajo brinda nuevas oportunidades. Así, las orquestas afrontan la temporada de fiestas patronales que promete ser la del regreso a la normalidad en Aragón, con el puente del 1 de mayo como termómetro para medir la vuelta de los espectáculos. Tras más de dos años de incertidumbre desde el estallido de la pandemia, llega el momento de «afrontarlo con ilusión y expectativas de poder realizar lo que han planificado», como señala Ángel Lasheras, presidente de Aegore, la Asociación de Empresas de Grupos y Orquestas de la Ribera del Ebro, surgida en 2020 como respuesta del sector a los problemas derivados de la crisis sanitaria.

Desde entonces, «muchas empresas se han quedado por el camino» debido al largo tiempo de inactividad. Y no solo los músicos, también la mano de obra que las rodea. «Hay técnicos de sonido, montadores…, gente que ha tenido que buscar otros oficios, pues nadie aguanta dos años parado», declara Ángel.

Y es que «hay que entender que cada orquesta tiene detrás una empresa formada legalmente, con todo lo que conlleva». Los gastos de transporte, las gestorías y la Seguridad Social son algunos de los pagos habituales a los que tienen que hacer frente y que ahora han crecido. Como consecuencia de esta inactividad y el aumento de otros costes, como el gasoil para el transporte, han subido también los cachés.

«Estos dos años han sido muy difíciles para nosotros y las familias, pero este sí pinta mejor», apuntan desde la empresa Premium Management, que lleva a la zaragozana Alaska On Tour

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Ángel, de Aegore, considera que es una subida «lógica» y de la que los ayuntamientos son conscientes, aunque los hay que ponen pegas. Actualmente, el precio de una orquesta mediana para una noche ronda los 5.000 euros.

Estas dificultades las conocen de primera mano en la empresa Premium Management, que lleva a la zaragozana Alaska On Tour, con más de 30 años de recorrido y que hoy es una de las más reconocidas en el panorama aragonés.

Casi un bolo al día

Entre músicos y operarios, son 26 personas, y de estar prácticamente parados más de dos años han pasado a tener casi un bolo al día en el próximo mes de agosto. Es una tendencia que esperan que dure todo el verano, septiembre incluido. «Estos dos años han sido muy difíciles para nosotros y las familias, pero este sí pinta mejor», apuntan.

Los festejos taurinos, que desaparecieron del mapa durante el coronavirus, también están de vuelta. «Lo cierto es que la actividad se está triplicando con respecto a años anteriores», asegura Javier Andreu Berges, de la ganadería de Cayo Berges, en Fuentes de Ebro.

«Se nota que la gente acude a los espectáculos con toros, ya sea en los pueblos o en fiestas o capeas particulares», explica Andreu. El renovado interés por los festejos se desató «desde el mismo momento en que se recuperó la normalidad», comenta el empresario taurino, lo que indica que el espíritu de la afición no se ha visto mermado por el covid-19.

Ganas de toros

«Hemos notado que hay un público con muchas ganas de volver a las plazas de toros», continúa Andreu, que insiste en el largo bache por el que ha pasado el sector. Reconoce que es cierto que las administraciones han vertido ayudas, «pero no fueron suficientes para cubrir todos los gastos».

El resultado es que, al restablecerse la normalidad, el panorama empresarial del mundo de las reses bravas se encuentra muy cambiado. El toro mueve mucha economía y, al cancelarse las corridas, capeas, novilladas y encierros hace dos años, numerosos trabajadores fueron al paro. Ahora esa bolsa de desempleo será reabsorbida por el sector a medida que se reactiven los festejos taurinos.

Otro sector clave en la recuperación del espíritu festivo es el de las atracciones de feria, que en la comunidad aragonesa agrupa a casi un centenar de familias en torno a la Asociación de Feriantes.

El toro mueve mucha economía y, al cancelarse las corridas, capeas, novilladas y encierros hace dos años, numerosos trabajadores fueron al paro.

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«Ya estamos volviendo al nivel de actividad que había antes de las pandemia», subraya Ángel Barata, presidente de la Asociación de Feriantes. «Los pueblos vuelven a celebrar sus fiestas patronales y ya estamos en marcha de un lado para otro», explica.

Atracciones de feria

«La gente quiere recuperar la normalidad, que vuelvan las fiestas», sostiene Barata, que dice que los propietarios de atracciones ven por fin la luz al final del túnel tras «dos años durísimos».

La celebración de San Jorge ha supuesto un empujón para restablecer las fiestas locales, que de ahora en adelante, hasta avanzado el otoño, irán celebrándose sin interrupción en todo Aragón.

En realidad, las fiestas mueven a muchos otros sectores. Entre ellos figuran el de la pirotecnia y el de los actores y actrices. Estos últimos hacen posible la celebración de recreaciones históricas y mercados medievales, así como las actividades de animación, mientras que las tracas y los fuegos artificiales ponen luz y sonido a toda fiesta que se precie.

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