El Periódico de Aragón

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Salud mental

Los centros educativos de Aragón detectan 30 casos de riesgo alto de suicidio

El Teléfono de la Esperanza mantiene la tendencia al alza, con 3.251 llamadas en 2022 / "La prevención es ser más que un teléfono", dice el presidente de la asociación en la comunidad / La ministra de Sanidad presenta este lunes en Madrid el 024, una línea nacional de prevención

Carlos Pérez, director técnico del Teléfono de la Esperanza en Aragón, atendiendo una llamada. Miguel Ángel Gracia

Los centros educativos de Aragón han abierto este curso un total de 336 protocolos de ideación suicida y de esos, que los centros estimen como riesgo alto, al alrededor de medio centenar, aunque son los especialistas de Sanidad los que estiman el riesgo y «ahí disminuye» por lo que «estaremos en torno a los 30 casos».

Muchos de esos casos tienen su origen en el acoso escolar, según reconoce Isabel Tolosana, responsable del Teléfono contra el acoso escolar y en el protocolo puesto en marcha por Educación y Sanidad este mismo curso. «Gracias a este protocolo se han detectado y se está interviniendo a tiempo», reconoció.

Este lunes, la ministra de Sanidad, Carolina Darias presenta el 024, la línea de atención a la conducta suicida a nivel nacional, una iniciativa que se suma a este teléfono contra el acoso escolar de Aragón (900 018 018) y al Teléfono de la Esperanza que lleva operando en la comunidad desde hace más de medio siglo.

El año pasado atendió más de 8.200 llamadas en el 976 232828 o en el 717 003 717 (Atención en crisis) , de las que un 17,5% (casi 1.900) estaban referidas a una acción preventiva del suicidio. Eso a nivel de Aragón, porque a nivel nacional (trabajan en red) se recibieron más de 183.000 llamadas, de las que 7.800 fueron de temática suicida y en 276 casos el llamante declaró que el acto ya estaba en curso.

Alberto Hernández, presidente del Teléfono de la Esperanza de Aragón, señala que de momento «no tenemos instrumentos concretos» de si va a haber un cambio de trabajo, aunque tiene claro que desde la asociación «llevamos 51 años atendiendo a personas en crisis y seguiremos recibiendo llamadas», asegura.

Es por eso que quiere poner el énfasis en que es un teléfono de prevención, en el que no solo se trata la ideación suicida o ya con el acto en curso sino «desde la raíz», ya que atienden a personas que presentan factores de riesgo como son crisis en el proyecto existencia, personas con depresión, en soledad o aislamiento grave o porque padecen alguna patología mental. «El trabajo es desde la raíz, desde que aún no existe la ideación suicida y se reduce la posibilidad de que se dé».

Expertos piden en el Congreso un Plan Nacional de Prevención

Expertos en el abordaje de la conducta suicida han solicitado en el Congreso un Plan Nacional de Prevención del suicidio ya que, entre otros motivos, es «coste-efectivo» y puede ayudar a salvar «muchas vidas». «El suicidio se puede prevenir dependiendo de lo que uno esté dispuesto a invertir. Hay países que invierten más y otros que menos y, lamentablemente, España no le ha dado a este tema la importancia que requiere», ha señalado el psiquiatra del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, Celso Arango, que calculó que por cada euro invertido en medidas disuasorias, la sociedad recupera 50; y por cada euro invertido en la formación de profesionales sanitarios en Atención Primaria, se recuperan más de 40.

Desde el inicio de este año se han recibido un total de 3.251 llamadas, por lo que sigue el incremento de comunicaciones en general y de prevención del suicidio en particular. Pero «somos más que un teléfono», insiste, porque disponen de profesionales de atención psicológica de forma gratuita y grupos de apoyo. Crecen también las llamadas de jóvenes, de ahí que han puesto en marcha una aplicación, Conéctate.social, que muchos jóvenes se descargan y ofrece «atención instantánea" por chat. 

El teléfono 024 será atendido por personal de Cruz Roja, y desde el Teléfono de la Esperanza reclaman que quien atienda esté formado «no solo en técnica si no también emocionalmente», como lo están ellos; y reclaman un plan nacional interministerial que , como ellos, trabajen «desde la raíz».

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