El Periódico de Aragón

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NUEVAS INFRAESTRUCTURAS

El tramo inaugurado en la A-68 pone fin a la vía más mortífera del eje del Ebro

Un total de 74 personas murieron en la N-232 entre 1998 y 2008, antes de prohibir adelantar / Las subvenciones a los usuarios de la autopista paralela se suprimen a partir de medianoche

Momento de la inauguración de la A-68. JAIME GALINDO

Los pueblos de la Ribera Alta del Ebro respiran por fin aliviados. La inauguración ayer de 10 kilómetros de autovía entre Gallur y Mallén pone fin a 30 años de reivindicaciones para mejorar la vía que recorre el eje del Ebro en Aragón, la N-232, que llegó a ser la más mortífera de la comunidad junto con la antigua N-2 a partir de Zaragoza. El primer efecto, aparte del incremento de la seguridad, es que las subvenciones a los usuarios habituales de la autopista paralela, la AP-68, se suprimen esta medianoche. 

El nuevo tramo de la A-68 se abrió al tráfico a primera hora de la tarde de hoy. Se trata de un hecho histórico para Aragón, y en particular para los usuarios de la carretera de dos carriles a la que sustituye la prolongación de la A-68, si bien aún se hallan pendientes de terminación cinco kilómetros entre Mallén y el límite con la Comunidad Foral de Navarra.

Primeros vehículos en el nuevo tramo, esta mañana. Jaime Galindo

«Lo principal es que ahora se ha ganado en seguridad tras 30 años de reivindicaciones», subrayó la alcaldesa de Luceni, Ana María Arellano. «Hay que tener en cuenta que la N-232 ha sido hasta hoy mismo una carretera con un tráfico continuo y muy intenso de camiones», añadió la regidora.

La delegada del Gobierno, Rosa Serrano, fue la encargada de destapar el monolito inaugural en el kilómetro 293,5 de la A-68, a la altura de los accesos a Mallén. A partir de este punto, la autovía vuelve a ser una vía convencional de dos carriles durante casi cinco kilómetros, pero ya por poco tiempo, pues está previsto completar la obra en el otoño de 2023.

El trabajador Issa Kamara, de Mauritania, retira los pivotes que impedían el paso al nuevo tramo de autovía. Jaime Galindo

La inauguración del tramo de Gallur a Mallén, que ha costado 39 millones, ha sido muy bien recibida por los alcaldes de la las localidades situadas en la ribera del Ebro, aguas arriba de Zaragoza. Todos ellos destacaron que se trataba de una reivindicación que viene de muy lejos y que, al tardar en realizarse, ha supuesto que numerosos usuarios de la vía hayan sufrido accidentes, con un elevado balance de muertos y heridos de distinta consideración.

Saturación de camiones

Se trata de una ruta muy transitada, con un tráfico de 11.000 vehículos diarios, más de la mitad de ellos (un 55%) pesados. Con anterioridad, en marzo de 2021, se inauguró otro tramo, el que une Figueruelas con el desvío de Gallur.

Ahora, con estos 10 kilómetros suplementarios se resuelven las complicadas intersecciones existentes en este eje, en particular el desvío de Soria. Sin embargo, estos enlaces todavía no están totalmente terminados, dado que muchos se encuentran en la antigua N-232, que ha quedado muy modificada por las obras de construcción de la autovía. En adelante, los trabajos se centrarán en recomponer la carretera convencional como vía de servicio, además de avanzar hacia Tudela.

Paso elevado, de nueva construcción, sobre el tramo que ha entrado hoy en servicio. Jaime Galindo

«Se trata de una obra que tiene mucho interés funcional y desde luego para el territorio», señaló el director general de Carreteras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Javier Herrero, que destacó que la infraestructura es el «reflejo del compromiso» de su departamento con Aragón. Además aseguró que la comunidad aragonesa fue la que recibió más inversión del Mitma el pasado 2021.

Los accidentes cayeron un 60%

En el periodo comprendido entre 1998 y 2008, cuando entró en vigor la prohibición de adelantar y de circular a más de 80 kilómetros por hora, la N-232 entre Figueruelas y Mallén ha registrado 590 accidentes y 74 víctimas mortales. De ellos, entre Figueruelas y Gallur se han producido 416 siniestros y 55 víctimas mortales. Mientras que entre Gallur y Mallén ha habido 174 accidentes y 19 víctimas mortales. Ante esta preocupante situación, el 15 de diciembre de 2008 se decidió prohibir los adelantamientos y rebajar la velocidad en todo el tramo a 80 kilómetros por hora.

Ramal de acceso a la A-68 a la altura de Mallén. Jaime Galindo

Tras estas dos medidas la accidentalidad cayó un 60%. De 2009 a 2019 hubo 454 siniestros con 29 víctimas mortales. En cambio, la siniestralidad de 2000 a la actualidad ha sido de 89 accidentes y una víctima mortal. El tramo Figueruelas-Gallur se puso en servicio en marzo de 2021 y desde entonces no ha habido ningún accidente.

Inaugurada la A-68 entre Gallur y Mallén JAIME GALINDO

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