El Periódico de Aragón

El Periódico de Aragón

SINIESTRALIDAD EN LA MONTAÑA
JEFE DEL ÁREA DE RESCATE DE MONTAÑA EN JACA

Santiago Gómez: "La montaña es un terreno hostil y todos podemos sufrir un accidente"

Este capitán de la Guardia Civil atiende a EL PERIÓDICO en una entrevista en la que hace repaso a la campaña estival de rescates en Aragón

Este capitán de la Guardia Civil apunta que la sobreestimación de las posibilidades es la principal causa de los accidentes. SERVICIO ESPECIAL

El balance de la campaña estival de rescates en montaña se presentó la semana pasada y, para conocer cómo trabajan los profesionales, EL PERIÓDICO habla con Santiago Gómez, jefe del área de rescate de montaña en Jaca.

Diez muertos, 464 rescatados y 337 rescates. ¿Ha sido uno de los veranos más difíciles que usted recuerda?

Ha sido un verano similar al del año anterior, que ya fue el que más trabajo tuvimos. En cuanto a fallecidos son números similares, pero hemos tenido algo más de rescates. Después de la pandemia sí que se ha notado un incremento. Agosto siempre es fuerte, julio también, pero en junio hemos notado un poco más que otros años. Es mucho trabajo como todos los veranos, pero tampoco nos parece extremadamente inusual.

¿A qué se debe este incremento tras la pandemia?

Igual la gente se ha empezado aficionar a la montaña, quizá por evitar aglomeraciones. El caso es que nosotros notamos que cada vez hay más gente en la montaña. No tenemos datos concretos de por qué es. Igual es una coincidencia, pero no lo sabemos determinar.

¿Cuántos se podrían haber evitado?

Es difícil de decir, pero muchos se podrían haber evitado, realmente. No siempre se toman las precauciones y todos los consejos que nosotros damos no siempre es fácil seguirlos. 

¿Qué errores más importantes habéis observado en estos accidentes?

Como principal causa apuntamos la sobreestimación de las posibilidades, que es realizar una actividad para la que no se tiene la experiencia o el nivel físico y técnico suficiente. Esas personas la realizan y al final hay un percance donde tenemos que intervenir.

Este año se ha ampliado el dispositivo, ¿es suficiente?

Todos los años se dobla con un helicóptero en Benasque y se amplía con personal de otras unidades de la Guardia Civil de España que tienen menos trabajo. Siempre se refuerzan las unidades y con todo el personal que tenemos se solventa perfectamente.

¿Cuáles son los que entrañan una mayor dificultad?

Los nocturnos porque el helicóptero no puede volar, cuando hay mala climatológica y los de escalada en grandes paredes. La semana pasada hubo uno de estos en Ordesa bastante complicado que se finalizó de noche con el helicóptero francés que evacuó a los dos accidentados.

"Hay veces que incluso se valora pasar la noche con el accidentado si no está muy grave y evacuarlo a la mañana siguiente"

decoration

¿Cómo cambia la forma de trabajar en un rescate a plena luz del día a por la noche?

Principalmente, por la noche la visibilidad hace que todo sea mucho más complicado y peligroso. Nuestro helicóptero no está preparado para volar por la noche. Sí que alguna vez regresa cuando está cayendo la noche, pero no para realizar el 100% del rescate de noche. Las temperaturas, lógicamente, bajan. Si es algo muy técnico como en la alta montaña o en la pared, se progresa mucho más lento para hacerlo con seguridad. Hay veces que incluso se valora pasar la noche con el accidentado si no está muy grave y evacuarlo a la mañana siguiente.

¿En esos momentos se pone en riesgo la vida de los efectivos de rescate?

Realmente, sí. Siempre que hay operaciones complicadas de helicóptero con viento, con pocas horas de luz o incluso intervenciones de alta montaña sin helicóptero. Hay que estar muy atento porque un pequeño fallo puede tener un desenlace fatal tanto para nosotros como para el accidentado. 

¿El más complicado de este verano?

Uno de los más peligrosos fue ese de Ordesa la semana pasada en el que cuatro especialistas y un sanitario tuvieron que evacuar a dos personas, más aún con el estrés que generaba que estaban bastante graves, sobre todo una muy grave, y con las pocas horas de luz que quedaban. Se evacuó a la parte alta de la pared y con el helicóptero francés se pudo evacuar para no tener que esperar al día siguiente.

¿Cuáles son los puntos más conflictivos en Aragón?

Más que sean conflictivos es que tenemos muchos accidentes porque viene mucha gente, no porque sean extremadamente peligrosos. Sí que hay algún barranco como el del Formiga o el del Vero, donde hemos tenido muchos accidentes este verano. El Aneto siempre engloba bastantes accidentes, aunque este año se han reducido en más de un 50% a partir del aviso que mandamos. La zona de Ordesa, sobre todo por la gran cantidad de gente que hay y en sus rutas más sencillas como la senda de los cazadores, la faja de las flores o la Cola de Caballo haya habido accidentes por eso. También la zona del valle de Tena, que es un valle pequeño y muy alpino.

Desde que se recibe el aviso, ¿cuál es el protocolo que se pone en marcho?

Generalmente, el aviso entra por nuestra central del 062 o por el 112. Entonces, unos u otros se ponen en contacto con la pareja que está de guardia por demarcación, que es la que va a realizar el rescate. Lo ideal, que suele pasar la mayoría de las veces, es que se establezca cuanto antes el contacto entre los rescatadores y el llamante. Lo primero es recibir y preguntar toda la información posible para valorar la gravedad: meteorología en el lugar, cómo ha ocurrido el accidente, lesiones, si está consciente, si no… Incluso en Aragón desde hace unos años se ha puesto en marcha un protocolo de llamada a tres en el que el herido también habla, si lo consideramos, con el sanitario para que le haga preguntas más enfocadas a la parte sanitaria y así elija un material u otro y vaya con una idea. Nunca un rescate es cómo te lo imaginas en la cabeza. Aunque sea en el mismo sitio, cada rescate es un mundo y hay que estar constantemente tomando decisiones. Se evacúa dependiendo de la gravedad y esto básicamente lo decidimos con asesoramiento sanitario. Luego nuestra parte de policía judicial ya hace una investigación de cada accidente.

¿Cuántas personas se movilizan en un rescate?

En un rescate tipo, y si no fuese así no daríamos a basto, vamos el sanitario, los dos pilotos y los dos especialistas. La mayoría de los rescates gracias a Dios se pueden realizar con ese personal. Sí que es verdad que como se complique y haya que portear una camilla durante mucho rato ya mínimo hacen falta cuatro personas. Si es una búsqueda, mucho más. Y, si es de espeleología, se alarga en días, personal y material.

"Nosotros siempre animamos a contratar guías o a iniciarse a través de clubs de montaña"

decoration

¿Tenéis la sensación de que mucha gente sale a la montaña sin una preparación previa?

Hay mucha gente que lo hace bien, está claro. Luego hay que entender que la montaña es un terreno hostil y todos podemos sufrir un accidente, incluso nosotros. Siempre se puede mejorar, sobre todo, desde la educación desde pequeños y empezar poco a poco. Nosotros siempre animamos a contratar guías o a través de clubs de montaña porque es una buena forma bastante segura de iniciarse y coger experiencia para toda esa gente que no conoce la montaña.

Ponerse en manos de profesionales…

Eso es. Aunque también hay gente que lleva muchos años en la montaña, como los clubs, que no son profesionales como los guías pero llevan toda la vida: entienden y conocen la montaña y sus valores. Es una muy buena forma de iniciarse en la montaña.

¿Cómo se puede lograr la concienciación en la población extranjera?

Como no sea a través de los medios de comunicación extranjeros, difícil. Sí que es verdad que nosotros emitimos en inglés y francés los avisos por los refugios del Aneto para que a la mayoría de los extranjeros que vienen les lleguen.

Ahora que ha terminado la campaña estival, ¿cómo se afronta lo que queda de año? ¿En qué cambia?

Cada rescate se completa con menos horas de luz, más frío y peores condiciones meteorológicas por lo que se complica. El número de rescates disminuye sobre todo en otoño pero, cuando llegue el invierno, es otro tipo de rescate: las horas de luz cuentan mucho y es que el día es muchísimo más corto. La rapidez del rescate es muy importante debido al frío. En montaña siempre hay que llevar ropa de abrigo pero en invierno, lógicamente, muchísima más. Gracias a Dios, el número de rescates es menor pero un rescate puede ser en condiciones bastante más extremas que en verano por lo general.

"Si la montaña no está en perfectas condiciones, siempre se va a poder ir otro día"

decoration

¿En qué consejos incidís?

El primero es planificar la actividad, que eso engloba un poco todo. Planificar la actividad es llevar el material, sobre todo en invierno y si se va a pisar nieve, que ya estamos viendo las primeras nevadas en alta montaña, como en el Aneto. Llevar arva, pala y sonda por si alguien sufre una avalancha; ropa de abrigo, por supuesto; comida y bebida caliente de sobra. No ir solo a la montaña y, en caso de ir solo, dejar dicho donde se va. Lo importante es saber renunciar: hay que mirar muy bien la meteorología y los boletines de previsión de aludes. Y si la montaña no está en perfectas condiciones, siempre se va a poder ir otro día.

¿Qué sentís vosotros cuando lográis salvar la vida de un accidentado?

La sensación es de enorme satisfacción, de que todos nuestros entrenamientos y todos nuestros días de prácticas sirven para eso.

¿Percibís ese agradecimiento?

Sí, sí, sí. Por parte de los rescatados, de las familias, de la prensa, de los clubs de montaña… No tenemos más que palabras de agradecimiento. Es lo que nos ayuda a seguir en esa línea y tampoco a quedarnos donde estamos sino intentar siempre mejorar nuestros servicios. 

En esa línea de mejorar, ¿a qué retos os enfrentáis?

A que los especialistas estén cada vez más preparados y tengamos mejores materiales y mejores técnicas. Como todo va evolucionando, estar un poco al día de esas evoluciones técnicas que hacen los rescates más seguros y, en principio, de una forma más rápida.

Compartir el artículo

stats