EL DIAMANTE NEGRO DE ARAGÓN

La trufa negra de Teruel quiere ser tan reconocida como el Plátano de Canarias

El Gobierno de Aragón y el ministerio impulsan el consejo regulador y el sello de calidad de este producto con una nueva subvención de 100.000 euros | Los recolectores se encuentran en plena campaña, muy marcada por la sequía estival

Una trufa negra de Teruel, de aspecto rugoso por fuera.

Una trufa negra de Teruel, de aspecto rugoso por fuera. / Antonio Garcia.

Marcos Calvo

La trufa negra de Teruel es uno de los productos con raíces aragonesas más preciados en el panorama gastronómico internacional. Pero el diamante negro de Aragón que se produce en tierras turolenses quiere tener su propio sello: ser una marca reconocida en cualquier rincón del planeta, al igual que lo es el Plátano de Canarias. Por ello, el Ministerio de Agricultura y el Gobierno de Aragón han concedido a la Asociación de Recolectores y Cultivadores de la provincia de Teruel (Atruter) una subvención de 100.000 euros para conseguir el sello de calidad de Indicación Geográfica Protegida (IGP) para la Trufa Negra de Teruel y la reactivación del panel de cata de la trufa.

De hecho, ambas acciones están imbricadas. Con la creación de la marca, se dará un paso más en el dominio de Aragón en el mercado internacional de este producto, pues es el mayor productor y exportador de 'Tuber Melanosporum', que tiene su mayor concentración de productores en las tierras turolenses en el entorno de Gúdar-Javalambre.

El año pasado se recolectaron en Teruel 100 toneladas de trufa negra, cuyo precio ronda los 1.000 euros el kilo

Por ello, para discernir bien las características de este producto, se ha impulsado un panel de cata que persigue crear unos estándares de calidad más o menos objetivos. Los jueces que marcarán los criterios están siendo entrenados por investigadores del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) para identificar todos los matices de una trufa excelente, desde el tacto al olfato o la vista y el gusto.

«Será el primer sello de calidad de la trufa negra de todo el mundo, por lo que es un proyecto pionero. Los jueces están siendo entrenados y especializados para trabajar siguiendo las directivas internacionales y diferenciar las características organolécticas, lo que garantizará la calidad tanto para el productor como para el consumidor», explica Isabel Doñate, la gerente de Atruter. 

Una de las juezas del futuro panel de cata, entrenando su olfato.

Una de las juezas del futuro panel de cata, entrenando su olfato. / ATRUTER

La acción está enmarcada en la política de impulso de la calidad diferenciada que lleva a cabo el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, que en el actual periodo del Plan Estratégico de la PAC tiene destinada una senda financiera de 9 millones de euros para su desarrollo y promoción, a través del Plan de Desarrollo Rural.

Inmersos en una cosecha marcada por la sequía

Durante estos días, los productores de este exquisito hongo se hallan inmersos en la campaña de recolección. El año pasado se recogieron cerca de 100 toneladas en Teruel, aunque el volumen de este año no se conocerá hasta que finalice la temporada allá por el mes de marzo. «Este año, debido a la sequía del verano, podría recogerse un poco menos, pero quienes han podido regar sí producirán con normalidad», apunta Isabel Doñate. 

La trufa negra es un hongo que necesita asociarse a las raíces más finas de ciertos árboles, como las encinas. De ahí que la escasez pluvial pueda afectar a la producción. En Teruel, donde la trufa negra se cultiva en más de 10.000 hectáreas, los suelos calizos y pobres en nutrientes y el clima de veranos cortos y frescos crean un ambiente muy especial para la trufa negra. Tanto es así, que el precio del kilo suele rondar los mil euros, aunque varía en gran medida según el mercado o el momento en el que se vende. 

De hecho, el próximo fin de semana se celebrará en Sarrión la Feria Internacional de la Trufa (Fitruz), donde todo tipo de públicos podrán comprar este codiciado producto made in Aragón, además de ser el escaparate para toda la industria asociada al sector: gente que quiere comprar terrenos y parcelas para cultivar, maquinaria agrícola específica, empresas de vallado o empresas que se dedican a la comercialización de la trufa. Además, la Asociación de Mujeres de Sarrión y la comisión de fiestas del municipio cocinarán platos típicos con aderezados con la trufa negra para que todo el que se acerque pueda probar el diamante negro de Teruel.