LA VISIÓN DE LOS PROFESIONALES SANITARIOS

La eutanasia: por el fin de las polémicas

Médicos y psicólogos abogan por respetar su voluntad individual y por no juzgar las decisiones que cada uno tome / Consideran que el debate es más mediático que real

Una pasada protesta en Zaragoza de la asociación Derecho a Morir Dignamente

Una pasada protesta en Zaragoza de la asociación Derecho a Morir Dignamente / Ángel de Castro / Archivo

S. H. V.

Pacientes y familiares se han hecho, lógicamente, con el foco en el debate sobre la eutanasia. Aunque no son sus únicos protagonistas. Junto al dolor de los enfermos también se desarrollan las dudas de los profesionales sanitarias, inmersos en un debate que se acerca a su final pero que siempre genera polémica, tanto en los medios de comunicación como en la sociedad.

Javier García Tirado, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza (COMZ), aún recuerda los primeros días tras la aprobación de la ley, «un inicio fatídico que solo se ha normalizado con el paso del tiempo». «Nuestra postura fue, desde el primer momento, respetar los planteamientos morales de cada uno de los profesionales», recalca García Tirado, que defiende la subjetividad que rodea a esta práctica. 

El presidente del COMZ ve «respetables» ambas posiciones. La objeción de conciencia se ha extendido mucho entre los médicos aragoneses: 1.077 profesionales se han declarado objetores de conciencia en el registro autonómico, 809 de ellos pertenecen a la Atención Primaria. Un registro celebrado por García Tirado, «que es una herramienta necesaria», pero sin olvidar que cualquier médico puede negarse a practicar el suicidio asistido «en cualquier momento».

Una visión que comparte Ángel Fatás, miembro del Colegio Profesional de Psicología de Aragón, que entiende como «lógico el debate interno que existe entre los profesionales». 

Llegar a la sociedad

El problema que sí ven ambos colectivos es cómo transmitir a toda la ciudadanía la realidad que rodea a la eutanasia. Dificultades para informar y muchas más para comprender marcan un trabajo que definirá el futuro próximo de la ley y su aplicación. 

«Es complicado hacer comprender las diferencias entre eutanasia y sedación terminal», concreta García Tirado, que anima a aquellas personas que se plantean esta salida «a conocer todas las alternativas y a recoger la máxima información que puedan». Un tema que enlaza, directamente, con los cuidados paliativos: «Es una reivindicación tradicional entre los miembros de nuestro colectivo, pero es que en la actualidad el sistema ha colapsado y no se puede atender a toda la demanda existente». 

Sobre el futuro de la ley, Fatás considera que el debate es algo «mediático» y cargado de «interés político». Sin encontrar razones claras para que se hable de ello, ya que las encuestas previas a la elaboración del texto parecían claras: «En torno a un 80% de los ciudadanos españoles estaban a favor de esta ley». 

Por ello, el psicólogo cree que la ley no «ha trascendido a la sociedad de forma limpia, para hacer un debate real» y que por el camino se ha ido contaminando. «Hay un gran consenso social, por lo que debe mejorarse siempre en esta línea, en la que dice que la gente sigue de acuerdo». 

Además, Fatás cree firmemente que un paso atrás, como por ejemplo podría ser la eliminación del texto, no acabaría con el principal problema, que es cómo los enfermos y sus familias afrontan los momentos más duros de su enfermedad: «La tragedia personal, el suicidio, seguirá sucediendo piensen lo que piensen los políticos». La opacidad en torno a este tipo de muertes mosquea a un psicólogo que, una vez más, anima a la clase política «a no querer ir por su cuenta al Tribunal Constitucional o tentarse con eliminar la ley, sino a conocer de verdad la opinión de la sociedad española». 

«Hoy la ciudadanía no entendería que esta ley se eliminase, porque creo que ya se empieza a normalizar», resume el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza, que cree que la aplicación del texto «no tiene marcha atrás». Convencido en que el futuro pasa porque la ley de la eutanasia siga en pie, García Tirado tiene clara la línea de los profesionales médicos: «Seguir adaptándonos al texto, pero sin olvidar nunca que lo más importante es el respeto a todas los pacientes, las familias y a los profesionales». 

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