Vivienda en Aragón

Una aldea por un millón de euros o un fortín por 300.000: Crece la venta de patrimonio abandonado en Aragón

La mayoría de los núcleos en venta rondan el millón de euros y se concentran en la provincia de Huesca

Hay conventos y palacios catalogados en extensos terrenos con cotos de caza

El capital extranjero se fija en estos parajes para sus negocios

Antiguo caserio en una localidad de la comunidad aragonesa.  | SERVICIO ESPECIAL

Antiguo caserio en una localidad de la comunidad aragonesa. | SERVICIO ESPECIAL / carlota gomar

Carlota Gomar

Carlota Gomar

Querer vivir en un antiguo castillo o en una aldea en soledad puede parecer un capricho de ricos, pero en Aragón hay varias aldeas a la venta, viejas y derruidas fortalezas abandonadas y conventos vacíos que pueden llegar a costar menos que un piso en Zaragoza. Sin ir más lejos, en Teruel se vende por 298.855 la torre de un antiguo fortín que, además, está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC). Algo más hay que ahorrar para comprarse una aldea, que rondan el millón de euros, o un antiguo palacio renacentista del siglo XVI.

La pandemia marcó un antes y un después y la vida rural ha vuelto a resurgir --si algún día decayó--. Muchos son los que han optado por volar de las grandes urbes --a las que un día se emigró desde los pueblos-- para alejarse del ruido, el estrés y las prisas. «El confinamiento cambió el mercado de grandes propiedades en el medio rural. Antes se ponían pocas casas familiares a la venta y ahora el mercado está muy activo, sobre todo en el entorno de Zaragoza», explica Elvira Fafian, de la inmobiliaria Aldeas Abandonadas.

En su portal hay varias aldeas a la venta, así como antiguos palacios y castillos. «Todos no se publican para evitar la okupación de ciertos inmuebles», matiza Fafian, que asegura que a día de hoy hay una gran demanda y oferta.

3 millones por dos casas en medio de un extenso paraje

Por ejemplo. A pocos kilómetros de Jaca hay una aldea a la venta por 3.450.000 euros. En el anuncio se puede leer que tiene dos casas que «podrían» ser rehabilitadas ya que cuentan con el visto bueno del ayuntamiento para conceder la licencia.

Las viviendas están aisladas, sí, pero es que se encuentran en un pinar silvestre de 554 hectáreas y 244 de pastos entre los que campan a sus anchas jabalís, corzos, perdices y liebres de montaña. En la oferta, que se puede ver en el portal de Aldeas Abandonadas, incluso se sugiere la posibilidad de crear un «gran coto de caza mayor y menor» como atractivo. Aún hay más, porque el terreno «es muy bueno para el ganado vacuno en libertad». Todo ello, por algo más de 3 millones, siempre negociables, claro.

«Es verdad que por el tipo de propiedades la gente tiende a negociar mucho los precios. Todo depende de lo que le urja al vendedor», explica la responsable de la inmobiliaria, que admite «que se regatea mucho». Más ahora que la creciente demanda ha disparado los precios. Antes del covid se vendieron aldeas por 20.000 y 30.000 euros, algo impensable hoy en día.

«Hay más propiedades a la venta, hasta hace bien poco era un mundo desconocido», señala Fafian, que añade que muchos empresarios han puesto el ojo en estas propiedades para abrir centros de gastronomía o casas rurales. De hecho, en el portal hay a la venta antiguas y grandes casas de pueblo enfocadas al turismo rural.

Rebajado a un millón con agua, luz e internet

Otro ejemplo. «Venta de pueblo aldea, 400 hectáreas de terreno y varias edificaciones en suelo urbanizable con proyecto para construir entre 25 y 50 casas. Agua, luz, internet en plena naturaleza. Rebajado a 1 millon de euros». Esta es la información básica de la oferta, en la que se añade que es «ideal para un proyecto de hostelería, turismo rural con encanto, uso propio o empresarial con teletrabajo». Ahí queda.

¿Quién compra?

Pero aún hay ofertas más curiosas. Además de las fincas, que pueden resultar algo más familiares, también hay «palacios del siglo XVI renacentista» con el cartel de «En venta». Vivir en un edificio catalogado como Monumental de Interés Provincial (es decir, exento de pagar contribución), es posible en Aragón por el módico precio de 960.000 euros –siempre negociables–. Una casa palacio con 15 habitaciones «equipadas con todo lujo de detalles» ubicado en un terreno de 946 metros cuadrados.

«¿Que quién lo compra? El público es variado, desde particulares, empresarios o extranjeros, que tienen un mayor poder adquisitivo y quieren vivir su jubilación en plena naturaleza y en tranquilidad», señalan desde la inmobiliaria. «Hay familias que buscan dos o tres casas en las que vivir alejadas de la ciudad y los pueblos», comenta Fafian, que achaca el cambio generacional y el «desapego» de los jóvenes a las antiguas casas de sus abuelos o tatarabuelos como motivo del aumento de propiedades en venta.

El que prefiere algo más común, como un hotel, también puede invertir en un inmueble con encanto y diseño de «antiguo convento». Con cinco habitaciones con baño, terraza en la que montar un velador y, «por supuesto», con todos los permisos y licencia preparados para abrir este hotel rural.

La cosa no acaba aquí, porque además de las masías, que por unos 600.000 pueden adquirirse, el que lo desee puede vivir en la torre de un castillo del siglo XII catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) junto a un río y un extenso campo de 119 hectáreas de pinar, pastos y matorral. Para vivir como un rey es preciso invertir casi 300.000 euros en la compra, más lo que exige reformar una edificio de esta índole que no tiene ni agua potable ni luz eléctrica.

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