Vivienda en Aragón: ¿Qué pasaría si la comunidad limitase los alquileres?

El mercado del alquiler está disparado. Así lo reflejan las cifras y así lo constatan desde el sector inmobiliario y las administraciones públicas, sean del color que sean. En cambio, una vez asumida la tesis, el punto en el que chocan los actores implicados es en el diagnóstico, es decir, las causas que han llevado a la actual situación de sobreprecio, así como en las medidas a tomar para solucionarlo. El mejor ejemplo lo encontramos en las diferencias que plantean el Gobierno estatal y autonómico.

Aragón apuesta por el ladrillo frente al límite de alquileres

En ese sentido, el ministerio hizo público este viernes el Índice de Precios de la Vivienda, un instrumento que ofrece la nueva norma estatal, aprobada en marzo de 2023, para limitar el precio del alquiler en las definidas como zonas tensionadas. Una opción que, en cualquier caso, el Gobierno de Aragón ya ha desechado, siguiendo la estela de otras comunidades regidas por el PP, planteando una alternativa propia en la que proponen construir vivienda pública en las zonas turísticas de la comunidad, sin especificar, por ahora, cuáles serían estas. Con todo, lo que sí se sabe es que Zaragoza quedaría fuera de la lista, por lo que todas las miradas apuntan al Pirineo y a algunas de las comarcas turolenses más turísticas.

Pero, ¿qué supondría para Aragón acogerse al índice estatal para regular el precio de los alquileres en esas zonas turísticas? Asumiendo que la capital aragonesa queda descartada, en Jaca, por ejemplo, un piso de 75 metros cuadrados en la calle Pico de Aneto, con garaje incluido, está ofertado en Idealista por 650 euros al mes, aunque el índice establece la cantidad adecuada entre los 410 y los 570 euros. Situación que se repite en otras localidades como Sallent de Gállego, donde un apartamento de 50 metros en la calle Peñazuela está tasado también en 650 euros mensuales, pese a que el índice habla de un valor que oscila entre los 344 y los 500 euros. Canfranc es otro de los puntos señalados en rojo, lo que provoca que un piso de 40 metros cuadrados en la plaza Europa se oferte por 450 euros, cuando el indicador habla de cifras que van de los 285 a los 390.

Más sangrante si cabe es la foto que presentan localidades como Aínsa, con hogares destinados únicamente al turismo "por un máximo de 30 días". En concreto, en Idealista se puede encontrar un piso de 88 metros cuadrados por 1.250 euros al mes, mientras que la tasa va de los 380 a los 530 euros, casi tres veces menos.

La provincia turolense

Asimismo, la provincia de Teruel también se suma a los problemas de vivienda en sus zonas más "tensionadas", pese a que el Ejecutivo de Azcón no apuesta por este término. En ese sentido, los portales ofertan pisos que se ponen a disposición de un público muy concreto, el estacional, con precios que se escapan de mercado, provocando que los pueblos viren su 'target' hacia el consumidor estacional y no al estable.

Algo que sucede en Mora de Rubielos, donde una "casa de pueblo a estrenar", anunciada como "segunda vivienda", se arrienda por 600 euros al mes, pese a que su precio real estaría, siempre atendiendo al índice estatal, entre los 282 y los 410 euros. Sin salir de esta localidad, en la calle Fernández de Heredia hay disponible un apartamento de 95 metros cuadrados, de cuatro habitaciones, por 550 euros al mes. En el anuncio, se puede leer que es "turístico", orientado a parejas que quieran pasar quincenas o fines de semana en la localidad. Un hogar que, por dimensiones, bien podría servir a una familia, y cuyo coste iría, según el índice estatal, de los 270 a los 375 €.

Lo mismo en Albarracín, donde un apartamento de 135 metros cuadrados en la calle Catedral está disponible por 750 euros mensuales, cuando la tasa establecería unos límites que irían de los 380 a los 530 euros.

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