Aplastante victoria del Casademont en medio de una sequía ante el Bembibre (55-35)

No se cansa de ganar el Casademont Zaragoza femenino. Y lo hace hasta en sus peores días, y con una comodidad aplastante. Esa es la magnitud que está alcanzando el equipo dirigido por Carlos Cantero, que no estuvo fino en ataque pero en el que la innegociable defensa que practican las aragonesas fue más que suficiente para superar a un desesperado Bembibre (55-35).

Fue un partido difícil de digerir para el espectador. Frío, muy frío empezó el encuentro en el Príncipe Felipe, que presentó una muy buena entrada a pesar de las fechas vacacionales. Estas chicas han enganchado definitivamente a la afición. Tres fallos consecutivos desde el triple de Mariona Ortiz, Helena Oma y Vega para comenzar vaticinaban que encontrar los puntos en la tarde de ayer iba a ser harto difícil. Por fortuna para las aragonesas, las del Bierzo no empezaron mucho mejor. Los errores, algunos de ellos clamorosos, se iban sucediendo en las dos canastas. Tanto es así que el marcador cuando había transcurrido ya cinco minutos de encuentro era de 2-2.

Había tantos errores que la mesa de árbitros se contagió. En una situación similar a la que ocurrió en la Liga ACB en el encuentro que enfrentó al Casademont con el Barcelona, el partido se detuvo durante algo más de media hora por un problema técnico. En este caso el acta arbitral electrónica dejó de funcionar y, ante lo excepcional de la situación, las jugadoras decidieron hacer ejercicios de calentamiento de nuevo y ruedas de tiro para no quedarse frías y para ver si ajustaban el punto de mira. No funcionaron los ensayos para ninguno de los dos equipos y el primer cuarto terminó con un pobre 9-8 en el luminoso.

Con algo más de ritmo comenzaron los segundos diez minutos. Una canasta de Lara González tras roba, una bandeja de Fiebich, especialmente desacertada en el primer acto, y un triple de Vega Gimeno daban la primera ventaja importante a las de Cantero (16-10). Reaccionaron las visitantes con cuatro puntos consecutivos, pero el partido se volvió a enredar en una serie de jugadas para olvidar. La única que encontraba algo de agua en el desierto era Gatling y con su superioridad física ante las interiores rivales llevó a su equipo a cerrar la primera parte con la máxima del partido (23-14).

Rotaciones

Un resultado sorprendente al final de los dos cuartos pero que daba buena cuenta de lo que estaba siendo el duelo. Fiebich se redimió de sus malos minutos y con cinco puntos consecutivos, a los que se sumó un triple de Vega Gimeno, disparó definitivamente a las aragonesas en el marcador al inicio del tercer cuarto (33-17). Fue entonces cuando Bembibre encadenó por primera vez tres buenas acciones y, con un parcial de 7-0, amagaba con reengancharse. Pero nada de eso ocurrió. Las leonesas, ante la sólida defensa local, se encabezonaron con lanzamientos desde el triple y los fallos se iban sucediendo uno tras otro. Por contra, Gatling, un triple de Tate y una preciosa canasta sobre la bocina de Davinia Ángel sentenciaron definitivamente el duelo a falta del último cuarto (41-24).

Los diez minutos que restaban sirvieron a Cantero para dar descanso a sus jugadoras más utilizadas y otorgar la oportunidad a las menos habituales. La que más los aprovechó fue Arancha Portález, que debutó con acierto y desparpajo con la camiseta del Casademont. Un triple suyo fue lo más celebrado en un duelo visto para sentencia en una nueva demostración del poderío de las aragonesas.