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SUCESOS EN ARAGÓN

Un ‘rider’ fuera de servicio, juzgado por abusar de una mujer y robarle el móvil en Zaragoza

Según la víctima, el acusado le besó y tocó los pechos esgrimiendo un objeto punzante | También le robó su móvil y ahora la Fiscalía pide cuatro años y seis meses por un delito de agresión sexual y otro de robo con violencia

Un ‘rider’ fuera de servicio, juzgado por abusar de una mujer y robarle el móvil en Zaragoza

Fue sencilla su identificación ya que montaba sobre una bicicleta y portaba una mochila de reparto de comida a domicilio. Con esta descripción, una patrulla de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón detuvo a Felipe C. S. la madrugada del 15 de abril de 2022 en el entorno de la plaza Roma de Zaragoza. Al parecer, había abusado de una joven zaragozana y le había robado su teléfono móvil esgrimiendo un objeto punzante. Ahora este veinteañero de origen latino afronta dos años de cárcel como presunto autor de un primer delito de agresión sexual y dos años y seis meses por un segundo delito de robo con violencia. Esta es la pena que solicita el ministerio fiscal tras modificar sus conclusiones provisionales al considerar que Felipe actuó «con ánimo libidinoso» y le amenazó con, posiblemente, un destornillador; «una intimidación suficiente para conseguir sus objetivos».

Según relató la víctima a la sala, ella volvía esa madrugada, a eso de las 06.00 horas, de casa de su tía ya que «cuidaba» a sus primos. Por detrás de ella circulaba el acusado y, en un momento dado, «se le jodió la bicicleta»; un incidente que él aprovechó para acercarse por detrás y pedirle «un beso» mientras esgrimía un objeto punzante. «Me lo puso en la cara y en seguida cerré los ojos. No tengo claro si era un cuchillo, fue tan rápido que ya cerré los ojos. Él me decía ¡pero bésame bien!», declaró la joven.

Mientras que el acusado le retuvo con una mano, utilizó la otra para tocarle el culo. Ante esta situación, la víctima hizo por sacar el móvil del bolso para llamar a la Policía; un auxilio que no consiguió, ya que el enjuiciado se lo arrebató, no sin antes amenazarle de muerte en caso de alertar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Él huyo y ella se refugió en el portal de un bloque de edificios de la calle Italia, en el zaragozano barrio de Delicias, donde llamó a los timbres de los vecinos como forma de auxilio. Uno de ellos, desde el otro lado de la puerta, terminó llamando a la sala de emergencia del 091 por la presencia de esta mujer «llorando, muy nerviosa, agitada y con mucha ansiedad».

Así lo explicaron los cuatro agentes de la Policía Nacional que participaron en esta intervención. Quienes se entrevistaron con la víctima declararon que en ese primer encuentro que mantuvieron con ella ya les denunció «tocamientos de glúteo»; otros de los agentes ratificaron las amenazas que ella había recordado previamente ayer ante los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza. Además, durante la detención de Felipe, encontraron un destornillador y dos teléfonos móvil en sus bolsillos –uno, el de la víctima, tanto que no supo desbloquear la pantalla de inicio–.

Por su parte, el acusado, representado por la letrada Marta Lázaro, negó rotundamente los hechos anteriormente descritos. En este sentido, aseguró que ambos habían estado «de fiesta» en la sala Chocolate y, «como acto de buena fe», le dejó 174 euros a la joven. «Sí que hubo besos, pero con consentimiento. No sé por qué toma esas represalias contra mí. Ella me pidió 200 euros, pero solo llevaba 174. Me dio el móvil voluntariamente porque ella no tenía la plata para devolvérmela y acabé aceptando», manifestó. Respecto al destornillador, explicó que «siempre lo llevaba en el maletín» para reparar la cadena.

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