SUCESOS EN ARAGÓN

Un rider fuera de servicio, condenado a tres años de cárcel por abusar de una mujer y robarle el móvil en Zaragoza

El condenado conmuta la pena con su expulsión de España durante 5 años

El condenado, junto a su abogada en los pasillos de la Audiencia Provincial de Zaragoza momentos antes del juicio.

El condenado, junto a su abogada en los pasillos de la Audiencia Provincial de Zaragoza momentos antes del juicio. / ANDREEA VORNICU

El entorno de Plaza Roma en Zaragoza se convirtió durante la madrugada de Viernes Santo del año pasado en el escenario de una agresión sexual a una joven quien, a su vez, también fue víctima del robo de su teléfono móvil. Por estos hechos, la sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a Felipe Cuartas Salazar a tres años de cárcel; dos años por un delito de robo con intimidación, y un año por un delito de agresión sexual.

No obstante, este veinteañero de origen latino, un rider que se encontraba fuera de servicio, no ingresará en prisión ya que conmutará la pena impuesta por su expulsión de España durante cinco años. En paralelo, su abogada, Marta Lázaro, expresó a este diario su voluntad de interponer un recurso de apelación a dicha sentencia.

Inicialmente, el ministerio fiscal solicitaba una pena de cuatro años y seis meses de cárcel; dos años por ese primer delito de agresión sexual, y dos años y seis meses por el segundo delito de robo con violencia. De hecho, el fiscal modificó sus conclusiones tras escuchar durante la celebración del juicio al acusado, a la víctimas y a los agentes de Policía Nacional que participaron en esta intervención.

En este sentido, consideró que el acusado había actuado «con ánimo libidinoso» al amenazarle, posiblemente, con un destornillador. «Una intimidación suficiente para conseguir sus objetivos», zanjó el fiscal.

Los hechos juzgados se remontan a la madrugada del 15 de abril de 2022, cuando el ahora condenado abusó de esta joven zaragozana y le robó su teléfono móvil esgrimiendo un objeto punzante. La víctima regresaba a casa tras cuidar de sus primos en casa de su día. En un momento dado, se percató que el acusado circulaba en bicicleta por detrás de ella. «Se le jodió la bicicleta», describió ella; un incidente que Felipe Cuartas aprovechó para acercarse a ella y pedirle «un beso» mientras esgrimía un objeto punzante.

Con una mano la retuvo y con la otra le tocó el culo. Finalmente, le robó el teléfono móvil y le amenazó de muerte en caso de que avisar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.