SUCESOS EN ARAGÓN

Dos detenidos por el crimen de Figueruelas, un año después

El cadáver de la víctima apareció maniatado y con una bolsa en la cabeza| La cámara de la mirilla de la puerta grabó a los dos sospechosos

Luis Antonio, de 63 años, fue hallado cadáver el 3 de mayo del 2022 en el interior de su casa de Figueruelas. Estaba maniatado de pies y manos y con una bolsa de plástico en la cabeza. Un año después la Guardia Civil ha conseguido cerrar el caso, deteniendo a los dos sospechosos y reuniendo una serie de pruebas que les hacen complicada la defensa.

La investigación, llevada a cabo por el área de los delitos contra las personas de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza, se ha apoyado especialmente en las imágenes de las cámaras de seguridad y en el análisis de las antenas de seguridad. La conclusión es que los dos arrestados, Daniel S. G. y Miguel A. J. –de 26 y 22 años de edad, respectivamente– estuvieron en el escenario del crimen en el día y hora en el que se produjo. El móvil inicial fue el robo.

Según señalan los investigadores en el atestado al que tuvo acceso EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, las puertas de la vivienda, situada en el número 16 de la calle Mayor, no estaban forzadas por lo que desde el primer momento los agentes consideraron que el autor o autores eran conocidos de la víctima.

Por suerte para los encargados de las pesquisas, Luis Antonio tenía instaladas varias cámaras de seguridad en la vivienda en la que residía e incluso tenía una mirilla inteligente en la puerta de acceso al inmueble que grabó a Daniel S. G. y Miguel A. J.

Destacan los agentes que estos dos jóvenes con múltiples antecedentes llegaron juntos a la localidad zaragozana alrededor de las 23.10 horas. Del análisis de las imágenes de los sistemas de videovigilancia concluyen que «no hay género de dudas» de que ambos se desplazaron a la vivienda y analizaron la forma de acceder a la misma, incluso valorando la posibilidad de hacerlo por el tejado.

La vivienda del fallecido, situada en Figueruelas, quedó precintada por la Guardia Civil

La vivienda del fallecido, situada en Figueruelas, quedó precintada por la Guardia Civil / JAIME GALINDO

Finalmente, accedieron por la puerta trasera de la vivienda con sigilo, en plena oscuridad y entraron a una habitación llena de obstáculos, consiguiendo girar una de las cámaras. Esto hace suponer a la Guardia Civil que Daniel S. G. conocía con anterioridad la disposición de este sistema de seguridad, puesto que se acercó a la misma cubriéndose el rostro.

Una vez en el interior lo único que robaron fue un teléfono móvil propiedad de la víctima que fueron geolocalizando gracias al análisis de las antenas telefónicas. De hecho, los agentes pudieron determinar que ese terminal abandonó Figueruelas sobre las 02.30 horas, quedando su propietario muerto en el interior del inmueble.

Pero los investigadores aún consiguieron más pruebas en contra de los arrestados. Analizaron los movimientos de los móviles de los sospechosos y los cuadraron incluso con el viaje que hizo uno de ellos en taxi desde la localidad en la que residía, Utebo, hasta la localidad de Figueruelas. Supieron de dicho viaje gracias al registro de llamadas a la cooperativa de Radio Taxi de Zaragoza. Asimismo, los agentes realizaron pinchazos de sus conversaciones en las que Miguel A. J. presumía de vivir del tráfico de drogas y de dar palizas. Este fue detenido en Madrid, donde vivía actualmente, mientras que su compañero Daniel S. G. lo fue en la cárcel, donde se encontraba en la actualidad por otros hechos.

Ayer por la tarde pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza, donde la magistrada atendió la solicitud de la Fiscalía y de la abogada de la familia de la víctima, Marina Ons, del ingreso provisional en prisión. Los defensores, Enrique Esteban Pendás y Bartolomé Arranz, se opusieron.