El brote de brucelosis notificado el pasado lunes en la localidad turolense de La Puebla de Valverde ya está «localizado y controlado», según informaron fuentes del Gobierno de Aragón, aunque estos días se continuará con el seguimiento que marca el protocolo de actuación puesto en marcha por el Ejecutivo autonómico el mismo día que se conoció el primer positivo. La presencia de la bacteria se confirmó en siete explotaciones pertenecientes a los municipios de La Puebla de Valverde y Sarrión, ordenándose el sacrificio de casi 4.000 ejemplares de las explotaciones afectadas, a las que se procederá a indemnizar.

El positivo se conoció gracias a los pertinentes y temporales análisis de vigilancia que se realizan en los rebaños aragoneses para mantener el estatus de N4 (oficialmente indemnes), según informó el presidente del Colegio de Veterinarios de Teruel, Héctor Palatsi. Una vez se notificó el positivo, se volvió a realizar un segundo test para corroborar el resultado y nuevamente se obtuvo la misma respuesta. «Como salió positiva chequearon a todas las ovejas. En ese rebaño ya hubo más positividad y a medida que el número aumenta ya tienes que hacer vigilancia más extrema», explicó Palatsi. Ahora se está ampliando el rango del muestreo y se espera llegar a las 30.000 cabezas analizadas.

Desde UAGA, mostraron en todo momento su preocupación con la situación y piden «un poco de tranquilidad hasta saber la circunstancia del problema», según el responsable de los sectores ganaderos en la Comisión Ejecutiva de la organización agraria, Joaquín Solanilla. «A todo el mundo que les matan un rebaño no están contentos, pero nos jugamos muchísimo a nivel de exportación nacional e internacional. Estamos intentando hacer las cosas lo mejor posible para que ellos puedan arreglar los daños, pero tenemos que tener mucha prudencia porque podría llegar a tener mucha repercusión», defendió Solanilla.

Se trata de una zoonosis

La brucela es una bacteria que cuenta con diferentes géneros, existen la ovis y la melitensis, y cada una de ellas se inyecta en una especie en concreto, pudiendo afectar al ganado ovino, porcino, caprino y otras especies. El efecto en las ovejas, explicó Palatsi, es que provoca el aborto en el último periodo de gestación del animal. Además, la enfermedad se trata de una zoonosis y puede transmitirse del animal al hombre y viceversa, pudiendo ser un gran peligro para la salud pública. «Se creía que estaba erradicada pero no es así, e implica que tendremos que estar vigilantes para no volver a caer», añadió el presidente del Colegio de Veterinarios de Teruel.

Los expertos todavía desconocen las causas del brote ocurrido en La Puebla de Valverde pero ya se barajan dos opciones. «Hay dos posibilidades, me inclino más por la primera de que la brucela estuviera acantonada, sin síntomas y por eso nadie la detectaba, y ahora haya salido y haya ido al torrente sanguíneo de los animales», detalló Héctor Palatsi. La otra teoría que se intuye es que se debe a una infección de la fauna silvestre, y los animales la contrajeron con la alimentación. «Tendremos que seguir investigando», enfatizó el responsable de la institución.