El aeródromo de Aínsa-Coscojuela de Sobrarbe ha celebrado este sábado su apertura al tráfico internacional con una jornada de puertas abiertas. Con este acto, se abre una nueva etapa en estas instalaciones, que tras años de trámites acaba de conseguir la licencia para recibir tráfico internacional.

El entendimiento entre la Asociación Deportiva Pirineo Aragonés, encargada de gestionar el espacio, el responsable del aeródromo y gerente de la Escuela Girolibre, Rafael García, El Ayuntamiento de Aínsa, la CHE, el INAGA o el Comité de Expertos Aeronáuticos de Aragón, ha hecho posible que se realicen cerca de 60 vuelos a lo largo de la mañana del sábado con pilotos llegados de diferentes puntos de Aragón y Cataluña, ha señalado el Consistorio ainsetano en una nota de prensa.

El alcalde de Aínsa-Sobrarbe, Enrique Pueyo, ha reconocido que tener un aeródromo de estas características en el municipio es "todo un lujo", al tiempo que ha añadido que han sido muchas las inversiones que se han hecho y "mucho el dinero que también Rafa ha puesto de su propio bolsillo para conseguir lo que hoy tenemos".

Con respecto a las jornadas que este sábado acogía este lugar, ha indicado que esperaban muchos más aviones, pero "el tiempo no ha ayudado nada". Eso sí, los pocos que hay están intentando que todo el mundo vuele y conozca el ámbito del aeródromo desde el aire", ha apostillado.

Por su parte, el presidente de la Asociación Deportiva Pirineo Aragonés, Ignacio Balta, ha recalcado la ilusión de este proyecto, que persigue acercar el mundo de la aeronáutica a cualquiera y romper con esa visión elitista que a menudo se tiene de ella.

"Queremos aprovechar estas instalaciones para que la gente conozca esta actividad aérea y la vea como una actividad bonita y segura". También ha resaltado su "excepcional" ubicación, pues según su experiencia como piloto "te tienes que ir a Suiza o a Alaska para ver paisajes comparables a los que hay aquí, esta comarca es realmente espectacular".

Por último, ha tomado la palabra Magí Alegre, el presidente de Vols Per a Tothom (Vuelos Para Todos), la rama catalana de la asociación Sillas Voladoras. Durante su discurso ha comentado la iniciativa que se está organizando para que miembros de la asociación a la que él representa, integrada por personas con algún tipo de discapacidad, puedan pronto viajar hasta aquí y disfrutar del Sobrarbe desde el aire.

"El mundo del vuelo parece que fuera un mundo irreal, apartado, y sin embargo forma parte de la gente. La discapacidad es una cosa, el vuelo es otra. Se pueden unir las dos y disfrutar. Cuando estás volando, los problemas existen pero están a otra altura, están abajo. Mientras vuelas disfrutas. Ganamos todos si la gente está contenta y bien, es bueno para todos. A volar, por favor".

Las jornadas de este sábado han contado con la colaboración de la Asociación Deportiva Pirineo Aragonés, bomberos de la Diputación Provincial de Huesca, Comarca de Sobrarbe, Escuela de Vuelo Girolibre y al Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe. Cabe destacar la inestimable presencia de los pilotos Cecilio Díez, del Valle de Arán, Antonio Ruata, de la Escuela de Vuelo Villanueva de Gállego, David y Carlos del aeródromo de Bellvei, e Ignacio Balta, que se han sumado a Rafael García en el propósito de hacer volar a los asistentes en esta jornada de puertas abiertas.

Sobre el aeródromo

El aeródromo de Coscojuela de Sobrarbe había sido tiempo atrás de uso forestal. Después, permaneció durante años en un estado de completo abandono. Cuando Rafael García se interesa por esta infraestructura en el año 2010, existía ya una clara voluntad de recuperarla por parte de la Asociación Deportiva Pirineo Aragonés.

Se entabla así una colaboración a la que le suceden los papeleos y los trámites durante una década, abriendo camino la escuela de pilotos Girolibre y los vuelos como actividad de ocio para los que no se requiere formación previa.

Este trabajo ha dado como resultado una pista de hierba de 700 metros de longitud y 40 metros de ancho a la que no solo le sacan partido turistas, pilotos o aprendices, también productores de documentales, fotógrafos, empresarios, investigadores o ganaderos cuando necesitan localizar algún animal extraviado con la ayuda de García.

El aeródromo se encuentra a solo dos kilómetros del pueblo de Coscojuela de Sobrarbe en un emplazamiento privilegiado: una península rodeada por las aguas del Pantano de Mediano y custodiada por la ermita de Plampalacios, testigo y emblema de la historia que se esconde bajo las aguas del popular embalse. Según las estadísticas que maneja la escuela, ya han despegado desde aquí alrededor de 4.000 vuelos y se espera que este verano sea todo un éxito de público.