Aínsa ha recuperado este domingo la ofrenda floral al Árbol de Sobrarbe, a pesar de que por segundo año consecutivo vive una programación diferente a la habitual por estas fechas en las que se celebran las fiestas en honor a la Exaltación de la Santa Cruz.

El próximo martes, 14 de septiembre, sería el día grande en honor a la Exaltación de la Santa Cruz y este fin de semana el preámbulo de una jornada "cargada de especial simbolismo" para los ainsetanos, ha señalado el consistorio de la localidad oscense.

La cancelación de los festejos como medida de contención del coronavirus no ha impedido, sin embargo, que el Ayuntamiento prepare una agenda de actividades para "devolver la ilusión y la esperanza a los vecinos".

Por ello, este sábado una quincena de voluntarios se han encargado de colocar la tradicional carrasca en la plaza Mayor, luciendo en la copa su icónica cruz roja, gesto que ha culminado este domingo con la ofrenda floral al Árbol de Sobrarbe.

"Dos años después de la primera ofrenda volvemos a rendir homenaje al símbolo de la cruz y la carrasca, que nos identifican como pueblo y como comarca desde el año 724", ha dicho el alcalde de Aínsa, Enrique Pueyo.

Este símbolo, ha continuado el edil, "nos debe servir de ayuda para resolver los problemas actuales de la comarca, que son la despoblación y la falta de atractivos para seguir viviendo en estas montañas". "Rindamos homenaje a estos símbolos para que nos den fuerza y coraje y podamos combatir estos fenómenos que amenazan el desarrollo de este territorio. Y también rindamos homenaje a todas las personas fallecidas en este tiempo, en especial a José Antonio Murillo, impulsor del mantenimiento de las costumbres de la comarca", ha añadido Pueyo.

La mañana del domingo se ha completado con la presencia de la Compañía Artística Osca, que ha amenizado a ritmo de jota la ofrenda de flores y ha brindado una actuación en la plaza tras finalizar la misa baturra en la iglesia Parroquial de Santa María.

Ofrenda en el árbol del Sobrarbe.