Con los últimos golpes de pala excavadora a lo que quedaba de muralla, el Torreón de los franceses de Zuera, ubicado en la avenida Candevanía, ya es historia. Ahora, en lo que antiguamente fuera, según un anciano lugareño, un "edificio defensivo que sirvió, junto con una acequia adyacente que funcionaba a modo de obstáculo natural, para la defensa de la localidad ante un hipotético ataque en las guerras carlistas" y también, anteriormente, "un lugar defensivo para la Guerra de la Independencia contra los franceses", sólo quedan cuatro piedras amontonadas que en breve se procederá a retirarlas.

Con el desplome del torreón, según Javier Puyuelo, alcalde de la localidad, o el intencionado derribo en la noche del 31 de octubre por una pala excavadora que se dio a la fuga, según testigos, la villa de Zuera cierra una página en su historia y marca un antes y un después en su patrimonio, que ha pasado a carecer del único vestigio que anteriormente le diera esplendor y que como tal fue declarado Bien de Interés Local a instancias del propio consistorio.

Los habitantes de Zuera, los más ancianos, recuerdan el torreón con nostalgia. Uno de ellos apuntó que "no te das cuenta de lo que algo significa hasta que te lo quitan". Y alegó: "Puede que no tuviese un valor histórico grande, pero a fin de cuentas esto es algo que cada uno le otorga según su criterio. De todos modos, valor sentimental sí que tenía, y es una verdadera pena que se haya venido abajo, porque era bonito contarles historias a los niños sobre su antigüedad, aunque no estuviesen bien fundadas del todo. Ahora bien, si alguien afirma que eran cuatro piedras, pues mira, yo no lo puedo negar. De un tiempo a esta parte eran eso, cuatro piedras que no estaban ni rehabilitadas ni cuidadas".

CONTROVERSIA

Y he ahí la controversia que puede plantearse en el desplome para unos y derribo para otros del torreón. Porque, aunque la DGA aprobó el jueves el informe que el Ayuntamiento de Zuera remitió al gobierno para notificarle la caída del edificio, el hecho es que en el catálogo incluido en el Plan General de Ordenación Urbana de la localidad (en el que el torreón figuraba como bien catalogado), se afirma que "al efecto de facilitar la financiación de su mantenimiento y uso, siempre que ello no represente la alteración o merma de su valor, se permitirán obras de cambio de uso o rehabilitación (...)", por lo que, al haberse abandonado a su suerte el inmueble y dejar que se llegase a producir esta situación, pudiera haber una negligencia en la actuación del consistorio en la preservación de este bien catalogado de interés local.

De todos modos, las circunstancias que rodean este suceso no están muy claras todavía. Según apuntaron desde la localidad, los propietarios del terreno (cuyo entorno familiar se negó a hacer declaraciones) querrían edificar en la zona (razón por la cual solicitaron al ayuntamiento en 2001 que pidiese la descatalogación del inmueble, hecho que denegó la Comisión de Patrimonio), y esto era algo que no se podía realizar mientras el edificio siguiese catalogado, al estar protegido por ley. Pero ahora que el torreón no existe, se abren nuevas posibilidades inmobiliarias antes imposible de acometer.

Sea como fuere, lo único cierto es que Zuera ya no tiene torreón, el último vestigio de esta clase de construcciones en la localidad, que se ha perdido un bien de interés local y que, a partir de ahora, el torreón sólo quedará en el recuerdo y la memoria de los habitantes de la villa que llegaron a conocerlo.