Un periodista concierta una cita con un escritor más que consagrado para hacerle una entrevista y, de entrada, le dice que no ha leído nada de él: "Lo siento, pero no me interesa tu literatura". La mayoría de escritores, incluso de medio pelo, saltarían a la yugular del impertinente. Pero se trataba de Terenci Moix, que era de otra pasta.

Aquella franqueza a botepronto, sin embargo, parece que fue el foco de emisión calorífica que fundió el hielo. Al escritor le hizo gracia y se prestó a hacer de cicerone del periodista Juan Ramón Iborra (Granada, 1954), alumbrándole en el recorrido por su extensa obra literaria. El encuentro fue el embrión de Detrás del arco iris. En busca de Terenci Moix , una "biografía oral" del escritor catalán que acaba de lanzar Planeta.

La respuesta de Moix desfondó a Iborra, en la actualidad subdirector de El Periódico de Catalunya: "Bueno, siempre que hayas leído a Stendall, no importa que no hayas leído a esta yaya". "Ahí me cazó", asegura Juan Ramón Iborra, que pidió árnica para ponerse al día.

Cuando terminó el primer tomo de El peso de la paja , las memorias de Terenci Moix, llamó a éste para pedir disculpas. "No sólo cambió mi opinión, sino que aquel libro me pareció una de las cosas más hermosas que había leído en mi vida".

"Terenci fue un buen tipo pero mejor escritor", reflexiona Iborra. No le compensaba vivir con aquella mínima calidad de vida: "Se dejó morir. Decidió romper con todo porque no quiso renunciar a nada. Fumar era una de esas cosas", concluyó el periodista.