Gonzalo Rojas, el "aprendiz interminable", como se definió, reivindicó ayer la memoria de Salvador Allende en el acto en el que recibió de manos del rey Juan Carlos el Premio Cervantes 2003. El poeta chileno habló de sus padres literarios --Quevedo y César Vallejo-- y de la justicia, los humillados y los desaparecidos, en un discurso en el que emparentó al Quijote con el presidente de su país asesinado en el golpe de estado de 1973 que llevó al escritor al exilio. El Rey destacó las coincidencias entre el poeta galardonado y Cervantes: "Talante ancho, valiente y esencialmente alegre". "La obra de ambos --dijo Juan Carlos-- rezuma amor a la vida".

Vestido con el frac a que obliga el protocolo y tocado con su gorra azul de marinero, González Rojas ofreció esta imagen pintoresca a medio camino entre la seriedad y el humor que cultiva en su vida privada y literaria. Así esperó en el patio del paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares la llegada de los Reyes y la ministra de Cultura, Carmen Calvo, ante los que se descubrió.

Una vez que el Rey le impuso la medalla --el premio, además, está dotado con 90.151 euros--, Rojas disertó sobre su vida y su obra ante un auditorio de selectas personalidades del mundo cultural y del mecenazgo. "Discursos van, discursos vienen, y no dicen gran cosa", comenzó el poeta, razón por la que leyó una intervención de 10 folios en letra muy grande.

Habló de Vallejo, "el más grande poeta del Perú", de Gabriela Mistral, Juan Rulfo y Pablo Neruda. Entroncó la Edad de Oro y los cronistas de Indias con los "progenitores" literarios de la narrativa latinoamericana --Borges, Carpentier, Cortázar y Paz-- y aseguró que en el 3004 y el 4004, "ahí estará otra vez intacto Cervantes".

El premiado no se olvidó de su amigo y pintor Roberto Matta, cuyos dibujos ilustran su último libro. "Ese transgresor, allendero (de Allende) como yo, partidario de la justicia hasta sus últimas consecuencias, como el ingenioso hidalgo, defensor de los humillados y ofendidos, los ametrallados y los mutilados, los desaparecidos y los muertos en el plazo pavoroso del 73", dijo.

ANIVERSARIO

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, aprovechó su intervención para recordar que el 400 aniversario, en el 2005, del primer Quijote será la "palanca" para lanzar la cultura española, en su diversidad, al mundo. El Instituto Cervantes será la "piedra angular" con la idea de que "el intercambio cultural es el medio más eficaz para comprender la naturaleza del otro".

Calvo destacó que de la obra de Rojas surge un "intenso y arrebatador perfume de mujer" y está elaborada con un lenguaje liberado del vanguardismo y el surrealismo. Recordó su compromiso político con la izquierda chilena.