LUGAR DE NACIMIENTO BALLYMENA (IRLANDA DEL NORTE)

EDAD 52 AÑOS

PROFESION ACTOR

FILMES ´GANGS OF NEW YORK´, ´LA LISTA DE SCHLINDER´ Y LA RECIENTE ´KINSEY´

Lo que mejor se le da a Liam Neeson son los héroes reales. Desde el empresario Oskar Schlinder al líder escocés Rob Roy, pasando por el rebelde irlandés Michael Collins. No es de extrañar, pues, que Neeson fuera el elegido para dar vida al polémico Alfred C. Kinsey, un científico que hace 50 años hizo temblar a la sociedad norteamericana con sus estudios sobre el comportamiento sexual.

Hoy, dentro del clima conservador que vuelve a reinar en EEUU, el filme ha sido escrutado y vilipendiado en gran parte del país. Neeson, que vive en Nueva York con su esposa, la actriz Natasha Richardson y sus dos hijos, no se extraña de la controversia provocada por la película. "Vivimos en una sociedad hipócrita y bastante confundida, que se escandaliza de una película que habla de algo tan fundamental en la vida del ser humano, como es el sexo". La cinta se proyecta en el cine Palafox.

--¿Qué opinión le merece la labor del profesor Kinsey?

--Creo que hizo un trabajo extraordinario levantando la tapa de ese aspecto de nuestra humanidad que había permanecido siempre oculto. La sexualidad nos identifica como especie pero sigue siendo la parte menos entendida de nuestra existencia. Kinsey valoró ese tremendo vacío en el conocimiento humano y por ello quiso llenarlo con sus hallazgos. Con su trabajo quiso transmitir un mensaje de tolerancia y aceptación hacia los demás.

--Pero al mismo tiempo él tenía muchas dudas y conflictos internos. ¿Encontró contradicciones en el personaje, como le ocurre a cualquier héroe de tragedia?

--No, no me parece que fuera un hombre contradictorio, pero sí muy complejo, como le ocurre a la mayoría de hombres y mujeres que han alcanzado grandes logros.

--Se le acusó de tener comportamientos aberrantes.

--No creo que su comportamiento fuera aberrante. Lo que ocurre es que él utilizó su propia sexualidad como plataforma para sus investigaciones. Hubo mucha polémica cuando se descubrió que él y su equipo hicieron documentales en el ático de su casa para demostrar el comportamiento heterosexual y homosexual, pero él lo racionalizaba como un estudio científico, con una pareja copulando mientras otra persona les tomaba el pulso o medía la respiración. Todo era muy clínico.

--Una de las escenas más polémicas del filme muestra a uno de los alumnos besando al profesor Kinsey. ¿Tuvo algun reparo a la hora de llevar esto a la pantalla?

--Era una escena muy importante en la película y lo que más me preocupó fue llevarla a cabo de forma correcta. Confié en la sensibilidad del director Bill Condon, que es gay, a la hora de coreografiar ese beso. Y no, no fue nada traumático besar a otro hombre. Hubo que repetir varias veces la escena, así que ya entiendo que a las mujeres les moleste una barba sin afeitar.

--¿El sexo sigue siendo un tabú?

--Es la parte más fundamental de nuestra vida. Supongo que todos necesitamos una pauta de comportamiento y una guía para funcionar en la vida, pero está claro que la sociedad, sobre todo la norteamericana, sufre una tremenda esquizofrenia con respecto al sexo. Por un lado se censura y por otro se envían continuamente mensajes subliminales dentro de la cultura pop. Lo vemos en la música, en la moda y en algunos de los programas más populares de la tele.

--Próximamente le veremos en El reino de los cielos, un filme sobre las cruzadas.

--Es una épica extraordinaria y puede que el mundo islámico no lo crea pero los cruzados no salen bien parados en ella. Ridley Scott ha hecho un magnífico trabajo, como siempre, huelga decir.