Las andanzas de Don Quijote y su escudero Sancho Panza no sólo se desarrollaron en tierras manchegas. Miguel de Cervantes decidió desplazar a sus personajes hasta territorios aragoneses en la segunda parte de su monumental obra que publicó en 1615. Ahora, cuatro siglos después, Zaragoza conmemora el IV Centenario de la publicación de la primera parte de la novela con la exposición Don Quijote en Aragón .

La sala Ricardo Magdalena del Palacio de Sástago acoge, desde hoy y hasta el próximo 24 de abril, esta muestra que tiene como objetivo mostrar al público la relación que existe entre el Quijote y Aragón. Para ello, la exposición se basa en las tres obras que han inspirado los personajes más famosos de la historia de la literatura: las dos partes escritas por Cervantes en 1605 y 1615, respectivamente, y la que llevó a cabo Alonso Fernández de Avellaneda en el año 1614, bajo el título de Segundo tomo del ingenioso Hidalgo de la Mancha . Es en ésta donde adquiere mayor presencia y notoriedad en tierras aragonesas como telón de fondo de la historia.

REALIZAR UN VIAJE

Ricardo Centellas, uno de los comisarios de la exposición junto a Miguel Angel Sánchez, explicó ayer durante su presentación que Don Quijote en Aragón pretende invitar a la lectura de la obra y conseguir que el público "realice un viaje, mental o físico, por los pueblos aragoneses que se citan en la novela". Para ello se han servido de veintitrés paneles explicativos que centran al visitante en el contexto histórico y literario de la obra, y proponen un recorrido por la ruta que inventó Avellaneda y por la que surgió de la mente de Cervantes, vinculada en menor medida a Zaragoza.

Según el propio Sánchez, esto fue así porque el escritor quiso "contravenir" lo que su colega contaba en su obra. Por ello Cervantes dirigió a sus personajes hacia Barcelona, aunque "gran parte de sus andanzas transcurren por tierras que se presumen zaragozanas e incluso naufragan grotescamente en el Ebro".

La muestra que estos días se podrá ver en la ciudad incluye también un grabado que realizó el genio aragonés Francisco de Goya en el año 1812, titulado El Quixote y que ha sido cedido por el Museo Británico de Londres; así como fotografías de la época y fondos bibliográficos de la propia Diputación. Esto último sólo se podrá ver en la capital zaragozana y no cuando viaje a algunas de las localidades de la provincia, como está previsto.

El presidente de la Diputación Provincial, Javier Lambán, explicó durante su intervención que "Zaragoza es un punto importante tanto en el texto como en asuntos metaliterarios". En su opinión, era necesario que promocionaran la obra "por su vínculo con nuestra tierra" y animó al público a que se acercaran a ella y conocieran su significado.

Por su parte, la presidenta de la Comisión de Cultura de la DPZ Cristina Palacín, que también asistió al acto, calificó esta muestra como "una caja de resonancias" porque puede ser vista tanto por el erudito que conoce a la perfección la obra, como para la persona que no sabe nada de ella. Con Don Quijote en Aragón , el público va a "descubrir el diálogo entre El Quijote de Cervantes y el de Avellaneda".