El actor Pepe Rubianes se ha visto obligado a suspender el montaje teatral Lorca eran todos, del que es director, y que debía estrenarse el próximo 19 de septiembre en el Teatro Español de Madrid. Las razones esgrimidas por el artista aluden "al agresivo y desmesurado ambiente --en un trasnochado atentado a la libertad de expresión-- que un determinado sector está creando" contra el artista.

Con estas palabras, emitidas a través de un comunicado, Rubianes intentó desmarcarse de la polémica creada ayer por la mañana después de las declaraciones realizadas por el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, tras la Junta de Gobierno municipal. En ellas quedaba claro el veto por parte del consistorio a la obra sobre el poeta granadino. "El ayuntamiento no va a contratar a Pepe Rubianes y, por lo tanto, no va a actuar en el teatro de propiedad municipal", dijo el alcalde.

El vicepresidente primero y portavoz de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, mostró su satisfacción con la decisión al valorarla de "coherente y lógica a la vista de la actitud del actor". Una actitud que se remonta a enero de este año y que alude a la entrevista realizada por Albert Om en TV-3 en la que el actor arremetía con palabras soeces contra la unidad de España.

Las posteriores disculpas que Rubianes realizó delante de un juez y del público en general con una intervención en otro programa de TV no han servido para nada. El portavoz de la entidad autónoma dejo clara su postura contra el artista: "Es impresentable e intolerable que el actor pretendiera con el dinero de todos beneficiarse de contrataciones en espacios públicos". Eso, dijo, es inadmisible "en una persona que se dedica a insultar a España y a los españoles".

El grupo municipal de IU no tardó en mostrar su desacuerdo con la decisión y calificó de "censor" al alcalde. "Es una actitud inadmisible e inquisitorial privar a los madrileños de una obra teatral" por unas declaraciones desafortunadas.

Sin embargo, Mario Gas, director del teatro implicado, quiso aclarar que en ningún momento había recibido ninguna llamada desde el ayuntamiento, ni por parte de Ruiz-Gallardón ni de Alicia Moreno, concejala de las artes, en la que le obligaran a cancelar el espectáculo. El director señaló que la decisión había sido tomada, única y exclusivamente por Pepe Rubianes.

De hecho, Gas explicó que el actor ya le había comunicado su intención de retirar, cansado de las presiones, Lorca eran todos del programa de la temporada del Español el miércoles por la tarde, antes de que el alcalde realizara las polémicas declaraciones ayer por la mañana.

La situación creada hizo que Gas se planteara ayer la dimisión de su cargo. El director explicó que no demorara demasiado una decisión tras reflexionar sobre las consecuencias de lo ocurrido. Para el responsable del Teatro Español lo más preocupante es la situación de "fragilidad de la libertad de expresión" que supone esta cancelación.

La ministra de Cultura, Carmen Calvo, también defendió en los pasillos del Congreso el derecho de los artistas a expresarse en libertad.

Gas, que se mostró "triste y apesadumbrado por lo ocurrido", reflexionó sobre las consecuencias de la suspensión: "Quizá es verdad que siguen existiendo dos Españas y que aquella que acabó con Lorca sigue agazapada". El director rechazó también el ataque personal contra el actor. "Rubianes ya ha dejado claro que se siente orgulloso de ser un español democrático".

La Unión de Actores hizo también público, a través de sus secretario, Jorge Bosso, su rechazo a esta cancelación: "La suspensión de cualquier obra de teatro debería atenerse siempre a criterios artísticos y no políticos". Gas confirmó que el edificio permanecerá clausurado durante los días en los que estaba prevista la representación. La obra sí que pudo verse el pasado mes de julio en el Festival de los Castillos, en Alcañiz.