Cuando los Hermanos Marx crearon Una noche en la ópera pensaron en Il Trovatore. Una ópera que Verdi musicó a raíz del texto teatral que Antonio García Gutiérrez construyó ambientado en la Torre del Trovador de la Aljafería zaragozana. Ahora, casi dos siglos después, El Trovador, convertido en un espectáculo de ballet contemporáneo, vuelve a ocupar un papel importante en la escena de la mano de una nueva compañía aragonesa, que estrenará el espectáculo el viernes en el Teatro Principal, y que se ha creado en torno a los dos grandes bailarines zaragozanos Rut Miró y Víctor Jiménez.

"Se trata sin duda de una de las cinco o seis óperas más famosas de toda la historia pero que sepamos nosotros no se ha llevado nunca a la danza contemporánea", explica el director artístico de la función, Álvaro Zaldívar, que asegura que no podía haber mejor estreno para la compañía que esta representación: "La elegimos porque tiene la singularidad de que la acción transcurre en el torreón del Trovador de la Aljafería en la obra teatral original".

El Trovador está protagonizado por Rut Miró (Leonor), Víctor Jiménez (Trovador), Amaya Iglesias (Gitana) y Sergi Amorós (Conde de Luna) y cuenta con la coreografía del mismo Jiménez y con la escenografía de Jorge Gay. "Un elenco multidisciplinar de aragoneses que va a aprobar la asignatura pendiente de la cultura aragonesa con El Trovador ya que, como ópera, es muy difícil que se interprete por la necesidad de medios y voces", aclara Zaldívar, que no duda en narrar la principal diferencia entre la ópera de Verdi, la obra de teatro de García Gutiérrez y el ballet que se podrá ver en el Principal. "Hemos simplificado el argumento. Si la original era una historia truculenta de amor, honor y venganza nosotros nos hemos centrado únicamente en el amor. Verdi ya aligeró en su ópera y solo hablaba de amor y venganza. Nosotros hemos ido más allá y hemos quitado también la venganza", afirma el musicólogo que, a continuación, expone los motivos: "La idea del honor y la venganza que se tenía en el siglo XIX no es sostenible en el siglo XXI". Por eso, la compañía se ha centrado en los amores cruzados que suceden a lo largo de la historia porque es un "tema universal por el que no pasa el tiempo". Así, han construido un trovador "intemporal con un vestuario bajo medieval que se puede adaptar a cualquier época", explica Zaldívar. En cuanto a la escenografía, Jorge Gay se ha basado en "iconos de la modernidad", con algunos decorados inspirados y sacados de la propia Aljafería.

Junto al aligeramiento del argumento (la función se prolonga durante 70 minutos, 40 en la primera parte y 30 en la segunda), han tenido también que adaptar las caracterizaciones de los personajes: "En el teatro es mucho más sencillo caracterizar con las ropas a un personaje o en la ópera. Pero en la danza, por ejemplo, a la vieja no la podemos vestir de vieja, ni siquiera puede ser mayor porque no podría bailar... Ha habido que trascender para conseguir contar una historia", asegura Zaldívar que no duda en alabar el trabajo tanto de Rut Miró como de Víctor Jiménez: "Es una enorme suerte contar con ellos. Tenerlos disponibles es un sueño porque son capaces de contar historias haciendo geometrías en el aire".

Ellos son las piedras angulares de este nuevo proyecto que, desde luego, ya es muy ambicioso desde su nacimiento: "O era ambicioso o no era. Eso lo teníamos todos claro cuando empezamos porque es una idea que tiene que ir madurando. Por eso, está planteado, de momento, como una trilogía", afirma el director artístico del proyecto.

El hecho de que nazca esta nueva compañía supone que el ballet contemporáneo vuelva a tener un sitio importante en la capital aragonesa después de que hace tres años desapareciera el Ballet de Zaragoza. "Una compañía de danza siempre es necesaria porque no acaban de proliferarse como las orquestas. Si a eso le añadimos que Zaragoza ha tenido la suerte de contar con María de Ávila, este hecho adquiere una dimensión aún mayor", asevera con rotundidad un Zaldívar que sueña con que El Trovador se pueda representar en la Aljafería: "Creo que se acabará representando allí aunque depende de muchos factores". Mientras ese sueño se hace realidad, El Trovador ya tiene cerradas muchas actuaciones por España, "desde Bilbao a Jerez de la Frontera y muchos teatros interesados".