Después de romper moldes con Midnight in París, el cineasta neoyorquino está ya inmerso en su película número 44 a pesar de haberse convertido en un abuelito de 75 años enclenque y cabizbajo al que hay que gritar para que te oiga. Ataviado con su perenne sombrero verde, lleva una semana detrás de las cámaras para rodar Bop Decameron. Lo poco que se sabe es que Allen ha vuelto a llamar a filas a Penélope Cruz, cuyo papel en Vicky Cristina Barcelona le valió el Oscar. La madrileña se ha dejado fotografiar en el plató. Estaba despampanante con un apretado traje rojo. OLGA PEREDA