En la intimidad, lejos de las cámaras, la familia de Amy Winehouse le dio ayer el último adiós. "Buenas noches ángel mío, que duermas bien. Papá y mamá te quieren mucho", fueron las palabras de Micht, el padre de la cantante durante el funeral oficiado por el rabino Frank Hellner, en el cementerio de Edgwarebury, en el norte de Londres. Micht, que estaba acompañado por Janis, la madre de Amy y el hijo de ambos, Alex, contó algunas anécdotas de su hija. Habló de lo increíblemente cabezota que era de pequeña y lo feliz que se la había visto últimamente. Además, Mitch Winehouse, el único de la familia más próxima que habló en público, señaló que su hija había "conquistado" su adicción a las drogas y luchaba contra su alcoholismo.

INGLÉS Y HEBREO En la ceremonia, las oraciones y plegarias en inglés se mezclaron con otras en hebreo y sonó la canción de Carole King So far away, una de las favoritas de la estrella desaparecida. Entre los 300 asistentes se hallaban el productor musical Mark Ronson, la famosa de televisión, Kelly Osborne, y el último novio Amy, Reg Traviss. De allí, los restos de la artista fueron trasladados al crematorio de Golders Green, para ser incinerados. Más tarde los íntimos volvieron a reunirse, en la sinagoga de Southgate. La familia realizará dos días de Shiva, el periodo de duelo habitual que se da en la religión judía.

La muerte de Amy el sábado, después de perder la batalla contra el alcohol y las drogas, ha provocado una disputa entre el que fuera su mánager, Raye Cosbert y Island Record, la casa de discos de la artista. Su copresidente, Darcus Beese ha calificado de "locura" el haber puesto a la cantante, pocas semanas antes de morir, en una gira europea de 12 actuaciones, una de las cuales debía celebrarse en Bilbao. La primera y bochornosa actuación en Belgrado dio al traste con todo el proyecto.

Cosbert ha rechazado la acusación y está preparando un documento con todos los detalles sobre los cuidados que recibía la cantante. Una compañía, Metropolis, había sido contratada para alquilar lugares donde pudiera vivir de incógnito. También le proporcionaba un guardia de seguridad y una persona, cuya misión era acompañarla y asegurarse de que asistiera a las sesiones de rehabilitación.

Fuentes de la policía señalaron ayer que, para conocer las causas de su muerte, habrá que esperar a los resultados de las pruebas toxicológicas, que pueden tardar entre dos y cuatro semanas. Sin embargo, sin esperar a estos resultados, los medios británicos achacan el fallecimiento de la cantante a una sobredosis de droga, si bien la policía insistió que la causa es por ahora desconocida y ha pedido que se eviten las especulaciones.