Penélope Cruz y Javier Bardem disfrutan de sus primeras vacaciones de verano con su hijo Leo, en la costa italiana. La familia ha aprovechado un descanso de la actriz, que rueda en Roma su segunda película con Woody Allen, Bop Decameron, para escaparse unos días a la costa Amalfitana, concretamente a Positano, situado a 40 kilómetros de Nápoles, y que fue uno de los escenarios de la película Bajo el sol de la Toscana. Allí, los felices padres se han bañado con el pequeño Leo, de seis meses, un bebé muy grande y gordito al que la pareja dedica toda clase de mimos y carantoñas.

A pesar de los intentos de los actores de blindar su vida privada, no han podido evitar que los paparazis captaran las tiernas imágenes familiares en Italia. En las fotos se puede ver a Penélope con un bañador blanco que deja al descubierto su recuperada silueta, mientras que Bardem muestra los kilos que le sobran embutido en un ajustado bermudas. El actor es un verdadero padrazo que lo mismo acuna a su hijo, al que protegen del sol con un gorrito blanco, que mece el cochecito para que el niño se duerma mientras su mujer recoge las toallas.

VIDA ANÓNIMA PARA EL NIÑO La pareja quiere que su pequeño tenga una vida lo más anónima posible. Por esa razón no confirmaron el embarazo de Penélope hasta que no fue muy evidente (incluso llegaron a desmentir que esperaran un hijo), intentaron impedir que trascendiera el nacimiento y no han querido confirmar el nombre del niño, que se ha conocido por terceras personas. Con su boda ocurrió algo parecido. La pareja se casó en secreto en julio del pasado año en Las Bahamas en casa de unos amigos y rodeados de su familia y sus más íntimos. Cuando se produjo el enlace, Penélope ya estaba embarazada de Leo.