Hace mucho tiempo que ya nadie se plantea (o debería plantearse) que el cómic es ese género creado únicamente para la diversión o para el entretenimiento que solo puede abordar determinados temas, muchos de ellos intrascendentes. El dibujante zaragozano Dani García-Nieto se ha acercado al genocidio de Ruanda en su último fanzine, 500 muertos por hora (editorial Cornoque), que no es otra cosa que un amplio reportaje dibujado sobre las causas de un conflicto muy violento y olvidado del que la gran parte de la población desconoce hasta la composición de sus protagonistas.

La obra cuenta con un prólogo de Bea Cuartero en el que se centra la situación que se va a retratar a continuación que tiene como fecha clave el 6 de abril de 1994. A partir de ahí, Dani García-Nieto hace un retrato dibujado de los acontecimientos que acaecieron en el país del continente africano en el que los hutus y los tutsis se convirtieron en enemigos violentos cuando, en realidad, la división venía impuesta por los belgas en función de sus intereses en el siglo XX. A partir de ahí, todo lo que podía empeorar, empeoró hasta desembocar en una auténtica cacería (ante la pasividad de la ONU, nunca reconocida por el organismo) que incluía llamamientos a los hutus por la radio para que aniquilaran a las "cucarachas tutsis". Tal como suena.

Todo eso queda reflejado en el fanzine cuyo máximo valor reside en utilizar una vía más, quizá menos convencional que otras, para comunicar y transmitir esos conflictos olvidados de los que está lleno el planeta. En un genocidio que consumió la vida de 500 personas por hora, apenas hubo periodistas que lo documentaran y apenas tuvo la atención del resto del mundo. Cuando Francia se decidió a entrar, lo único que consiguió es proteger la salida de los asesinos hutus.

HOMENAJE A SAUL BASS

Por lo tanto 500 muertos por hora es un fanzine (que está en el mercado al precio de 1,5 euros) en el que el dibujo está al servicio de lo que se pretende contar y en el que el lector puede comprobar por sí mismo en qué consiste la apertura del cómic a todas las temáticas.

Mención especial merece la portada del fanzine y una ilustración interior que es un homenaje a Saul Bass y sus cartel de cine para Vértigo y Anatomía de un asesinato. Una buena manera de darle un valor añadido a este 500 muertos por hora, un fanzine necesario que saca las vergüenzas de la comunidad internacional a la luz.