Pluralista, multidisciplinar, cosmopolita, y fumador empedernido. Así fue definido ayer Jardiel Poncela, cuya figura homenajea desde hoy el Centro de Historias de Zaragoza con la exposición Poncella’s Office, que hace un recorrido histórico por las influencias y obras del escritor. Esta muestra toma el nombre del rincón que la Fox Films Corporation construyó ex profeso a Poncela simulando un café madrileño, ya que aquel era el lugar donde el maestro más cómodo se sentía para escribir sus guiones durante su estancia en Estados Unidos.

El acto de inauguración de la exposición estuvo presidido por Elena Laseca, gerente de Zaragoza Cultura; además de por los dos comisarios de la muestra, Eva Lapuente y Sergio Muro.

«Poncela es un autor hasta cierto punto desconocido, pero lo cierto es que se le podría comparar con la figura de Da Vinci en su faceta de inventor, o quizás con Steve Jobs si se quiere actualizar, Jobs comenzó fabricando su primer ordenador en un garaje, del mismo modo que Poncela realizó sus primeros cortos en un garaje de San Sebastián» comentó Muro, que no obstante quiso destacar que la figura del escritor y dramaturgo «ha recuperado su valía durante el último lustro».

La exposición, estructurada en cuatro salas, presenta una primera estancia titulada El legado manifiesto que recoge, en palabras de Lapuente «un mapa visual de las influencias de Poncela», en la que se explica su contexto familiar, orígenes, y los viajes que realizó por Estados Unidos, un país a quien Poncela siempre definió como «infantil y mercantilista». Este espacio también recoge a los autores que, al igual que él, formaron parte de la generación de humoristas de la época, entre los que se encuentran Gómez de la serna, Edgar Neville, y su contrincante artístico Miguel Mihura.

La segunda estancia de la muestra, titulada Humor de culto, el proceso creativo, reúne una recopilación de todas sus obras incluyendo un pequeño apartado para las inéditas. Esta parte de la exposición presenta también un llamativo collage elaborado por el propio Poncela en el que compila imágenes de todas sus comedias, además de otros dibujos.

Finalmente, la exposición finaliza con una tercera habitación denominada Innovación, hibridación y pluralismo en Jardiel, que hace hincapié en su faceta de inventor mostrando los diversos bocetos que el artista realizó con el fin de crear un teatro móvil en el que los decorados se moviesen alrededor del escenario mediante un sistema de raíles y elevadores. «Jardiel intentó renovar completamente el teatro, no solo en el contenido, sino también en la forma, si en una de sus obras un personaje salía por la puerta y se iba andando por la calle Poncela quería que el público lo viese, se trata de un concepto muy cinematográfico» explicó Muro. Esta sala, que también recoge algunos de sus primeros cortos elaborados en San Sebastián y fragmentos de algunas de sus películas como Un adulterio decente o Los ladrones somos gente honrada, da paso directamente una cuarta estancia que funciona de epílogo en el discurso narrativo de la muestra, y que presenta la proyección del documental Inverosímil Jardiel Poncela, cedido por RTVE y que recoge el testimonio de los nietos del autor, que visitarán la muestra a finales de octubre.