El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha presidido la presentación en el Museode Lerida del retablo de San Bartolomé, obra de Pere Espallargues, procedente de la iglesia de San Martín de Capella (Huesca), y ha asegurado que con ello "hoy cerramos un ciclo, nos esperanzamos y recosemos”.

Torra no ha podido evitar recordar la salida de las obras de Sijena del Museo de Lérida el 11 de diciembre de 2017 y ha confesado que aquel día, en que él estuvo en las inmediaciones del equipamiento cultural cuando aún no era presidente del gobierno catalán, sintió una sensación de “desesperanza y vacío”.

Por ello, esta tarde ha querido agradecer al propietario del retablo, el empresario Tatxo Benet, su gesto de ceder en depósito el retablo, de finales del siglo XV, al Museo de Lérida. “Gracias por un día de cultura y de compromiso cívico”, ha sentenciado Torra.

Por su parte, Tatxo Benet, ha explicado que, también después de ver las imágenes del traslado de las obras de Sijena, sintió que, como leridano, debía hacer alguna cosa por su ciudad.

Con esta intención, ya trajo hasta el Museo de Lérida la exposición “Presos políticos en la España contemporánea”, de Santiago Sierra, que unas semanas antes había comprado a ARCO después de su censura.

Un tiempo después, ha explicado Benet, tenía la intención de seguir ayudando al museo, pero ahora, con una pieza permanente.

Gracias al consejo de trabajadores del museo y tras recibir otras propuestas, como la de un retablo de la catedral de Burgos, Benet consiguió hacerse con el retablo gótico de San Bartolomé de Capella.

Después de ofrecer al Gobierno de España y al de Aragón su derecho de retracto y de que estos lo rechazaran, Benet cumplió con los plazos legales hasta ceder en depósito la pieza que desde hoy y hasta finales del mes de septiembre se expone en la Sala 0 del Museo de Lleida.

Según el director del museo, Josep Giralt, a finales del mes de septiembre se reubicará de forma permanente en otros espacios del museo que, en la actualidad, están en obras.

Para el equipamiento, el ingreso de esta obra en sus colecciones se enmarca en los “esfuerzos” que se hacen desde la institución por “combinar la política de adquisiciones públicas y el mecenazgo privado a la hora de incrementar la calidad de los fondos actuales”.

Desde el Museu de Lleida aseguran que la obra se encuentra en “buen estado de conservación” y que ha sobrevivido íntegra, hecho que califican de “excepcional”.

Por su parte, la Generalitat de Cataluña la ha incluido en el Catálogo del Patrimonio Cultural y la ha declarado inexportable.

Finalmente, el alcalde de Lérida, Miquel Pueyo, ha abogado por un discurso de reconciliación con el territorio aragonés de "la Franja".

El litigio que tiene el Museo de Lérida con las parroquias oscenses viene de lejos y el pasado mes de mayo tuvo lugar en el juzgado de Barbastro (Huesca) el juicio por la propiedad de las 111 obras de arte originarias de las parroquias aragonesas que se encuentran en Lleida.