Netflix ha comprado los derechos de adaptación de la última novela del escritor zaragozano Daniel Gascón, Un hipster en la España vacía (Random House), para convertirla en un producto audiovisual.

«Me hace mucha ilusión -explica Daniel Gascón, colaborador de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN- porque la verdad es que ya cuando escribía algunos de los capítulos siempre tenía amigos que me decían que podía hacerse algo audiovisual y en el propio libro hay muchas cosas en ese sentido… Hay un capítulo en forma de documental, un rodaje de una película, ya están esos elementos audiovisuales incorporados dentro de la historia. De hecho, un capítulo es un rodaje de una película, como muchos de esos que se hacían en los 90 donde se hacían gran cantidad de películas de la guerra civil que se rodaban en pueblos de Teruel», asevera el escritor.

Daniel Gascón, además, tiene experiencias audiovisuales ya que ha trabajado en varios guiones de películas y, por eso, es consciente de que esto solo es el principio de un camino largo:_«Me hace mucha ilusión ver que a alguien le ha interesado el libro y que esto pueda llegarse a ver de otra forma pero a la vez, estoy expectante. Sé que desde que empieza un proyecto hasta que se culmina, hay un trabajo muy arduo. Conozco este mundo y sé que a los proyectos les lleva su tiempo avanzar, pero, sí, estoy muy ilusionado.

Un hipster en la España vacía se publicó en plena pandemia y la realidad es que ha cosechado muy buena recepción entre la gente. Sobre cuál es el producto que va a hacer Netflix con la novela es algo para lo que todavía habrá que esperar tal y como explica el propio Gascón: «Va a ser algo de ficción, claro, aunque se reservan los derechos de adaptación para cualquiera de los dos formatos y además ya sabes que a veces se hacen cosas y luego se parten y tienes dos modos de exhibición. Será lo que vean los guionistas que les funciona mejor. Yo viendo el libro le veo más recorrido como una serie pero igual ellos ven que lo que más gracia les hace es cuando llega el protagonista al pueblo y ve ese contraste. Eso supongo que ya se irá viendo», dice con cautela el escritor, que a partir de ahora pierde en cierta manera el control de su obra, aunque es algo en lo que está muy tranquilo: «Veré el proyecto, las intenciones y seguro que me preguntarán. Lo bonito es ver también cómo los demás le dan otro aire a tu trabajo. Hay que dejarles trabajar y que hagan porque seguro que lo hace gente que son buenos y con talento. Si me piden ayuda, ayudaré encantado y, por lo demás, intentaré no molestar demasiado que debe ser mi trabajo ahora», afirma bromeando.

En cualquier caso, este interés de Netflix es una prueba más de que el libro ha causado buena impresión: «Ha caído simpático y ha divertido a mucha gente. Me gusta mucho el humor como lector pero nunca me había atrevido a hacer algo de humor puro y me alegra que haya salido bien y vaya encontrando bastantes lectores. Y luego hay otra cosas y es que la novela tiene una parte que tiene mucho que ver con lugares que yo conocí en mi infancia, también me divierte esa especie de revisión biográfica aunque sea en un plano muy distinta», concluye.