Crítica del Festival Jazz Zaragoza: Morgan, en el barco de los siete mares
La banda actuó este jueves en la sala Mozart del Auditorio
¿Qué pasa con Morgan? Pasa que tiene un público numeroso, amplio en su pirámide de edad y con una entrega sin reservas. Sí, sabemos que Morgan no es la única banda española que disfruta de ese privilegio, pero la clave está en que mantiene notables diferencias con sus colegas, esos que llenan el saco sin fondo del llamado rock independiente, etiqueta casi tan en desuso como el gorro de dormir.
La cualidad principal del grupo que lidera la cantante y pianista Nina de Juan es que no es pelma. Lo cual es mucho decir de un grupo español que canta en inglés. Y no lo son porque las referencias sonoras que maneja Morgan son diferentes y su mezcla está bien hecha y mejor ejecutada. El rock campa, por supuesto, en su propuesta, pero también el blues, el soul y el gospel y el folk. Y con todo eso, la formación elabora un código personal cuyas piezas encajan notablemente. Creo que la mejor definición que puede hacerse de Morgan es que es un grupo de los años 60 con influencias de los 70, pero con sonido de 2021.
La presencia omnipresente de teclados podría hacer naufragar las canciones en algún momento, pero no es así. Proporcionan al conjunto una cierta épica setentera, pero su combinación con el resto de los instrumentos impide un sinfonismo mal entendido. Nina, por su parte, maneja bien en directo sus recursos fónicos, mejor cuando canta en inglés (en la mayoría de las piezas) que en español; lo hace con convicción y elocuencia. Solo le falta (peccata minuta) no hablar mientras el público aplaude y no presentar a la banda con la música a todo trapo.
El jueves, en el concierto que dio en la sala Mozart, Morgan salió triunfante, no solo por la pasión de sus seguidores. Actuó, además, con una decoración sencilla que simulaba un campo de grandes piedras y con una estudiada y eficaz iluminación: tenue para el escenario en general, y personalizada, más potente y cambiante para los músicos. Revisó piezas de The River And The Stone, su disco más reciente, como Hopeless Prayer, River, On And On (Wake Me Up), Paranoid Fall, Silence Speaks, WDYTYA, Alone (ya en los bises); y canciones más antiguas: Blues Eyes, Work, Goodbye, Flying Peacefully, Volver, Un recuerdo y un rey, una aplaudidísima Home, con ecos de Leonard Cohen… Y ya en los obligados y solicitados encores, la mencionada Alone, Sargento de Hierro, Another Road y Marry You, iniciada muy a lo Janis Joplin solo con guitarra y voz y finalizada a lo grande con toda la banda.
No sé si Morgan toma su nombre del apellido del corsario inglés Henry Morgan; en cualquier caso, no estamos ante una banda de filibusteros del rock, sino frente a un grupo de avezados navegantes por los siete mares de la música.
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