La reapertura de un edificio emblemático

La ‘casa de las empresas’ de Zaragoza vuelve a latir casi un año después del incendio

La sede de la Cámara de Comercio recupera la actividad con la vuelta de los trabajadores

Las obras de adecuación enfilan la recta final y acabarán el próximo 30 de junio

Obras en la sede de la Cámara de Comercio de Zaragoza

Jaime Galindo

La casa de las empresas de Zaragoza vuelve a latir. La emblemática sede de la Cámara de Comercio ha recuperado la actividad casi un año después de quedarse inutilizada por los graves daños que sufrió a causa del incendio originado tras la caída de dos rayos. La mayor parte de la plantilla de la institución ha vuelto a trabajar al edificio, que destaca en pleno paseo de Isabel la Católica por su esbelta torre. Así se ha reanudado la actividad, aunque continúan las obras de adecuación y rehabilitación, que enfilan la recta final. EL PERIÓDICO DE ARAGÓN ha visitado en exclusiva un espacio que se ha renovado y actualizado por dentro, con algunas importantes novedades, además de ser más sostenible desde el punto de vista energético. Nuevos aires para abrirse al futuro manteniendo las esencias de su historia.

Las renovadas oficinas generales, un espacio más luminoso y diáfano tras su remodelación. | JAIME GALINDO

Las renovadas oficinas generales, un espacio más luminoso y diáfano tras su remodelación. | JAIME GALINDO / jorge heras pastor

El retorno de los alrededor de 80 trabajadores se está haciendo de forma escalonada, un proceso que culminará el 15 de mayo. Los primeros en regresar fueron los del departamento de Internacional, hace ya tres semanas. El pasado martes lo hizo un equipo de 15 personas, a los que el viernes se sumó una tercera tanda de profesionales.

Paz Montenegro, vicesecretaria general de la institución cameral. | JAIME GALINDO

Un operario baja la escalinata del edificio, donde continúan las obras. / JAIME GALINDO

Se trata de una vuelta ordenada y perfectamente organizada para hacer compatible la reanudación de la actividad con las obras de adecuación, que acabarán el 30 de junio. De esta manera, se ha abierto un periodo de transición de dos meses para ejecutar los últimos remates en el vestíbulo principal, el salón de plenos o varias salas más.

Un operario baja la escalinata del edificio, donde continúan las obras. | JAIME GALINDO

Un operario baja la escalinata del edificio, donde continúan las obras. | JAIME GALINDO / jorge heras pastor

«Estamos llenos de ilusión. Supone un reto, un objetivo alcanzado y, lo más importante, volver a casa», afirma Paz Montenegro, vicesecretaria general de la Cámara, que está pilotando un proyecto «que ha salido adelante gracias al tesón y empeño» del presidente de la institución, Jorge Villarroya. A ello suma el «apoyo inestimable y la colaboración incansable» del director general, José Miguel Sánchez.

CAMARA DE COMERCIO TRAS LAS OBRAS POR EL INCENDIO, PRIMEROS TRABAJADORES

Paz Montenegro, vicesecretaria general de la Cámara de Zaragoza, en el renovado espacio de las oficinas generales. / JAIME GALINDO

El reloj de la institución se paró en la madrugada del 18 de junio de 2023. Las llamas se originaron antes de amanecer, en torno a las 05.00 horas, tras el impacto de dos descargas eléctricas en el pararrayos de la torre, que cumplió su función y evitó males mayores. «Nos llamaron y vinimos enseguida. Recuerdo que me asomé al hall y todo era una bola de humo», recuerda Montenegro. «Fue muy aparatoso», apunta.

Solo se quemaron las oficinas del servicio de certificación, pero la explosión registrada en este espacio hizo que el humo y el hollín se extendiera a todas las estancias y rincones. Paredes, suelos, muebles y obras de arte quedaron ennegrecidos. «Hasta los documentos de los cajones estaban negros», detalla. A pesar de todo, agrega, «dentro de lo que cabe fuimos afortunados», ya que el siniestro fue un domingo de madrugada, cuando no había personal, y no se produjeron daños estructurales.

El vestíbulo de la Cámara de Zaragoza vuelve a lucir su característico azul intenso, al tiempo que prosigue las últimas obras de adecuación.  | JAIME GALINDO

El vestíbulo de la Cámara de Zaragoza vuelve a lucir su característico azul intenso, al tiempo que prosigue las últimas obras de adecuación. | JAIME GALINDO / jorge heras pastor

Las obras, a cargo de Construcciones Rubio Morte, comenzaron en el mes agosto con un presupuesto que ronda los 2 millones de euros, un coste que se sufraga con la ayuda del Gobierno de Aragón, las coberturas del seguro y las aportaciones (económicas y en especie) del medio centenar de empresas que respondieron a la llamada de la Cámara en la campaña de apoyo lanzada en septiembre.

La nueva cara de las oficinas generales

Dos son los tipos de actuaciones que se han ejecutado. Por un lado, trabajos de recuperación para adecuar las instalaciones y equipos dañados. Y por otro, de rehabilitación ante el estado obsoleto de algunos elementos –el edificio es de 1941– y la necesidad de adaptar las instalaciones a la normativa actual en materias como la de detección de incendios. Esto ha implicado la sustitución del cableado eléctrico, los equipos de climatización o la iluminación, además de la renovación de aseos afectados por problemas de humedades, que se acrecentaron con el incendio.

El proyecto de recuperación y rehabilitación fue iniciado por el prestigioso arquitecto aragonés José Manuel Pérez Latorre, que tristemente falleció en mitad del proceso a finales de septiembre. Las obras han continuado bajo la batuta de su íntima colaboradora Irene Sola.

Una de las principales actuaciones se ha realizado en las oficinas generales, situadas en la primera planta, que ahora lucen completamente renovadas dando lugar a un espacio más diáfano, moderno y luminoso. «Hemos pretendido aunar a los equipos y estar más conectados», destaca Montenegro. Otro de los hitos ha sido la sustitución de todas las ventanas, entre otras medidas de la sostenibilidad energética que se han aplicado en el edificio. Quedará pendiente para una segunda fase la renovación del salón de actos, una actuación prevista antes del fatídico incendio, que se espera empezar a acometer a principios de 2025.

Restauración de obras de arte

Mención especial merece el capítulo de las obras de arte de la Cámara. Las 24 principales piezas que albergada el edificio, que quedaron oscurecidas por el humo y el hollín, han sido restauradas por la Fundación Santa María de Albarracín. Entre ellas destaca un gran lienzo del artista Juan José de Gárate. Todas volverán a colgarse en las paredes de la sede cuando acaben las obras al completo. La foto-mural de Zaragoza que preside la escalinata interior también se ha recuperado, en este caso por el equipo de Pilar Camón. Solo queda pendiente la restauración de las vidrieras.

«Estamos ilusionados de volver a nuestra sede por fin. Ha sido un año difícil y complejo de gestionar para todos, pero una vez más se ha puesto de manifiesto que en los momentos duros es cuando tenemos la oportunidad de demostrar lo que verdaderamente importa», subraya Jorge Villarroya, que recuerda que la institución no ha dejado de trabajar a lo largo de estos meses.

«Hemos recibido multitud de muestras de apoyo y solidaridad por parte de muchas empresas y entidades e incluso de particulares», remarca. «Quiero agradecer de forma pública a todos ellos sus generosas aportaciones en forma de patrocinio», señala. A partir de ahora, el faro de la Cámara volverá a brillar para seguir siendo «lo que más nos gusta ser: la casa de las empresas y de sus líderes».