'Donde bien se está, se está buen rato’, canta La Ronda de Boltaña en su última canción. Ellos llevan 30 años juntos y manteniendo viva la formación de manera ininterrumpida, así que mal no deben de estar. De hecho, el grupo ya hace tiempo que superó las mil actuaciones y ha conseguido sobrevivir incluso a una pandemia mundial. Sobran entonces los motivos para volver a rondar. Este año, lo que quiere celebrar la agrupación es su 30 aniversario y lo hará nada más y nada menos que con un doble cedé con 20 canciones inéditas que se publicará en diciembre.
Para ir abriendo boca, el grupo altoaragonés lanzó a la red hace solo unos días esa primera canción del nuevo álbum ('Treinta años atrás') y muy pronto publicarán la segunda: 'La tumba de la golondrina', un tema en el que han contado con la gran voz de la artista albaceteña Rozalén y que habla de la emigración. No será la única colaboración de lujo con la que van a contar. Amaral, Carmen París, María José Hernández y Ester Vallejo, entre otras, van a participar en el nuevo disco de La Ronda de Boltaña, titulado 'La estación de las violetas'.
Será el séptimo álbum de la agrupación altoaragonesa, que lleva 30 años defendiendo y reivindicando la tierra, las gentes, la cultura y la manera de vivir del Pirineo.
«Hemos hecho como dos discos en uno. El primero gira alrededor de las experiencias que hemos vivido durante la pandemia, con temas como la gente mayor o la sanidad pública, mientras que el segundo aborda nuestras cuestiones de siempre, pero haciendo especial hincapié en las mujeres. Tiene un marcado matiz femenino y feminista, y por eso hemos pedido la colaboración a grandes mujeres artistas», explica el letrista y responsable del acordeón diatónico en La Ronda de Boltaña, Manuel Domínguez, que apunta, por ejemplo, que en el tema de Carmen París se reflexiona sobre el papel de la mujer en el medio rural. «Vimos claro que eran temas que tenían que ser cantados en boca de una mujer», incide.
La única colaboración ya grabada es la de Rozalén (que vino ex profeso a Zaragoza), un tema que prevén presentar pronto con una rueda de prensa en la capital aragonesa y que quieren que sirva de puesta de largo del nuevo disco. 'La tumba de la golondrina' se editó a principios de mayo en los estudios Kikos de Zaragoza, donde graban habitualmente.
La canción también tendrá videoclip que ha sido dirigido por el realizador oscense Maxi Campo, que ha podido contar para el rodaje con la propia Rozalén, el dibujante Kim y la bailarina altoaragonesa Violeta Borruel. «El resto de las colaboraciones las grabaremos en octubre con el objetivo de publicar el disco en diciembre», indica Domínguez, que es el autor de casi todas las letras (su hermano Martín se ha encargado como casi siempre de la composición).
El grupo, que cuenta con 14 músicos en sus filas (guitarra, laud, bandurria, guitarrico, acordeones, gaita de boto...), retomó sus actuaciones en directo tras la pandemia el pasado verano. «Ya llevaremos unos 30 conciertos, la mayoría como siempre en los pueblos de la zona. Sin duda, la mejor forma de celebrar estos 30 años es seguir tocando, porque en el fondo somos un grupo de amigos», subraya Domínguez, que recuerda que para el 25 aniversario realizaron una fiesta en Boltaña en la que participaron varios grupos de folclore.
Este verano continuarán con sus bolos y esperan poder hacer una pequeña gira de presentación cuando se publique el disco. «Algunos ya estamos jubilados pero otros aún trabajan y viven fuera de Boltaña, así que juntarse a ensayar no siempre es fácil», reconoce.
Los orígenes
Este «grupo de amigos» comenzó a tocar casi por casualidad. «Nos empezamos a juntar hacia 1992 en torno al grupo de paloteao de Boltaña y poco a poco empezamos a hacer versiones de Labordeta y de otros grupos que nos gustaban, hasta que tuvimos un pequeño repertorio y decidimos recuperar la tradición de la ronda, que se había perdido en los pueblos», recuerda.
Así empezó su historia y dos años después, en 1994, compusieron su primera canción hasta que en 1996 lanzaron su debut discográfico. Con el paso del tiempo, el grupo comenzó a hacerse cada vez más popular, por lo que ha tenido que compaginar su hábitat natural (las plazas y calles de los pueblos) con los escenarios, donde han hecho gala de su mezcla de folclore y canción de autor y unas letras con mucho poso. «Hemos querido contar cómo es la vida en los pueblos pequeños, poco más», resume Domínguez. Por suerte, la seguirán contando, porque como dicen en su última canción, ‘quien nos quiera prejubilar, que haga cola para entrar’.
