El Festival de Música Independiente de Zaragoza (FIZ) cumple su vigésimo aniversario y para celebrarlo ha elegido como cabeza de cartel a un grupo muy vinculado a la cita: Dorian. La banda barcelonesa ha actuado hasta en cuatro ediciones del festival y este sábado volverá a hacerlo en la sala Multiusos del Auditorio, que se convertirá por unas horas en una auténtica fiesta de la música indie y pop. Dorian se subirá al escenario a eso de las once de la noche y demostrará de nuevo que se ha convertido en una de las bandas más importantes de la escena independiente.
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Aún se recuerda su concierto en el FIZ de 2018. ¿La fiesta vuelve a estar garantizada este sábado?
En todos nuestros directos intentamos que público y banda sean uno. Somos una banda de influencia synth pop y de nueva ola, pero nuestra actitud en directo se acerca mucho a la energía del punk. Vamos a mostrar la cara más bailable de Dorian, un repertorio muy festivalero y con muchos clásicos como 'La tormenta de arena', 'Cualquier otra parte' o 'Vicios y defectos'. Pero también vamos a tocar canciones de nuestro nuevo álbum, Ritual. Es una combinación que está funcionando muy bien en esta gira. Siempre hemos dicho que las nuevas de hoy serán las clásicas de mañana.
¿Se sienten como en casa tocando en el FIZ?
Es un festival muy querido por nosotros y, además, muy militante de la escena. Siempre lo hemos tomado como una cita obligada para presentar nuestros discos. En Zaragoza siempre nos hemos sentido como en casa, ya desde que íbamos a tocar a La Lata de Bombillas hace un montón de años, que se llenaba siempre. Es una ciudad que siempre ha entendido muy bien lo que queríamos hacer, mucho antes que otras plazas.
El pasado abril lanzaron ‘Ritual’, un disco en el que se percibe un cambio y un crecimiento en cuanto a la sonoridad del grupo.
'Ritual' es consecuencia de los viajes de Dorian por Latinoamérica y Estados Unidos, en los que nos hemos ido empapando de diferentes sonoridades de países como Colombia, México o Argentina. Hemos tratado de crear un diálogo entre nuestro sonido más clásico y nuestras influencias del synth pop británico, italiano y francés con esas otras sonoridades del otro lado del charco. La parte de EEUU ha sido influyente en este álbum por la cultura del sampler, que está muy presente en este disco. Todo eso lo hemos sacado del hip hop, que también ha sido importante en nuestras vidas aunque no lo parezca. En definitiva, Ritual es un disco que plantea un diálogo musical entre Europa y América Latina y EEUU.
"En Zaragoza siempre nos hemos sentido como en casa, se crea una gran conexión"
¿Este disco puede marcar el inicio de una nueva etapa en el grupo?
Más que un cambio en la banda, lo que marca es el inicio de una evolución hacia la concepción de la música pop del siglo XXI como algo abierto y bastardo, una mezcla de músicas populares de distintos lugares del mundo. Creemos que la música pop del siglo XXI va a ser cosmopolita y universal. No habrá como hasta ahora una cultura dominante que influya sobre el resto, sino que todos vamos a participar en ese discurso global. Bajo esa filosofía hemos creado 'Ritual'.
¿Se ha acabado el imperio de la música anglosajona?
Es evidente que la cultura popular está dominada actualmente por la música en español tras el estallido del reguetón y las músicas urbanas. Ocurre algo parecido en la geopolítica, que ya no la controlan solo EEUU y Europa. Todo eso ha hecho que los artistas cada vez tengan menos prejuicios a la hora de hacer música. Nosotros esto lo celebramos, porque hace unos años la hegemonía de la música anglosajona y los prejuicios que eso generaba impedía cierta evolución. Los artistas tenían una visión más limitada de lo que podían llegar a hacer.
En ‘Ritual’ hay hasta frases rapeadas. ¿Estos Dorian pueden gustar más al público joven?
Sí, ya se está produciendo un enganche con un público muy joven de 18 o 20 años. En parte es gracias a ese cambio de sonido y también a canciones como 'Dual', que es una oda a la libertad sexual.
¿Cuál es la temática de ‘Ritual? ¿Qué querían contar en este disco?
Este álbum está muy marcado por el sentimiento colectivo que hemos vivido durante la pandemia, que nos hizo sentir que formábamos parte de un todo. Algo que sucedió tras 40 años de políticas neoliberales en las que se ha tendido a aislar al individuo y hacerle creer que no tiene nada que ver con su vecino. Ese nosotros que nació en pandemia ha acabado por influir en las letras del disco, que lanzan una mirada a la sociedad actual en las cosas que nos gustan y en las que no nos gustan tanto. De alguna forma, hemos dejado a un lado esos textos más enfocados al yo y los dramas personales de otros discos. Hemos cambiado el yo por el nosotros. En 'Lento', por ejemplo, hablamos de los avances en derechos civiles y en 'Techos de cristal' reivindicamos el feminismo como el verdadero motor de cambio social y mental en este siglo XXI.
El escaso apoyo a la cultura también está presente en ‘Ritual’.
Por supuesto. No entendemos que en este país se considere que la música pop solo es un mero entretenimiento para la 'chavalada'. En otros países como Reino Unido o Francia se protege la escena musical como altísima cultura, que es lo que es.
Con todo, hay mucho de esperanza en este disco.
'Ritual' no es un álbum en absoluto nihilista. Todo lo contrario, es un disco que tiene esperanza. Arroja una mirada crítica pero optimista con el futuro.
¿Habrá nuevo álbum en 2023?
Es posible que suceda a finales de 2023, porque están saliendo canciones nuevas muy hermosas, pero no es seguro.