Crítica de 'La canción lógica': Una declinación completa de la vida
Con los poemas de 'La canción lógica', que ha publicado Los Libros del Gato Negro, Miguel Ángel Longás entabla un diálogo con el pasado tanto en su planteamiento formal como temático
Con los poemas de 'La canción lógica', que ha publicado Los Libros del Gato Negro, Miguel Ángel Longás entabla un diálogo con el pasado tanto en su planteamiento formal como temático. En la forma lo hace adoptando un estilo premeditadamente arcaizante, con abundancia de hipérbatos y epítetos, insertados en versos cuya construcción a veces evoca una antigua traducción latina. Es ese mismo reflejo clásico el que hace que resuenen otros ecos, como el de la poesía barroca del siglo de Oro, o la más cercana pero igualmente barroca de Rosendo Tello.
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Ese entronque con el pasado también se manifiesta en el contenido de los poemas, ya que 'La canción lógica' puede leerse como un tratado a imagen y semejanza de los clásicos. El autor afronta el significado de la vida y sus arbitrarios sinsentidos con una gravedad estoica que recuerda a una de las claras referencias de estos versos, Quevedo y su poesía moral y filosófica. Aquí, no obstante, la mirada no es tan desengañada como en el escritor barroco.
La vida es aquí la gran protagonista, y pocos poemas hay que la mencionen directamente, como si fuera una amada que se quisiera cantar con toda intensidad. Pero no se trata solamente de nombrarla, ya que el autor se lanza una y otra vez en busca de una definición de la vida que no puede ser única, declinando en sus versos todos sus casos. Y si bien hay momentos en los que el poeta se muestra golpeado ante «la incertidumbre / que acostumbra a tener la vida», también hay otros que le impulsan a decir que «vivir sin desvivirse debe ser aventura / por ello apasionante».
Pese a apoyarse en el pasado, hay también lugar para referencias culturales más modernas y populares: coyunturales, como la pandemia y las mascarillas; cinematográficas, como la película 'Raíces profundas'; o musicales, empezando por 'La canción lógica' de Supertramp pero continuando con los 'Tiempos nuevos, tiempos salvajes' de los Ilegales o los ríos de Babilonia donde confluyen los salmos bíblicos, San Juan de la Cruz y Boney M.
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