Bajo una capa de serenidad bulle la tensión en la selección española. Noruega sale al paso de España en el último episodio posible para obtener la clasificación para la Eurocopa. El equipo dirigido por Iñaki Sáez trabaja para que esta vez su presunta superioridad técnica tenga un reflejo fiel sobre el césped de Mestalla (22.00 horas, TVE-1) y no haya que pensar en el partido de vuelta en Oslo como un viaje a la boca del infierno.

Nunca ha metido tanto miedo un conjunto como el noruego y no hay otra salida que agarrarse a todos los tópicos para buscar una salida airosa hacia Portugal. Lo contrario sería echar toneladas de hormigón armado sobre el técnico, toda una brillante generación de jugadores y de la propia Federación Española de Fútbol. El respaldo de la afición no faltará, pero queda por saber si este grupo está en concidiones de dar un salto de calidad definitivo.

REFRESCAR LA MEMORIA Tan definitivo como para que España vuelva a instalarse en el grupo de favoritos para adjudicarse la Eurocopa, condición con la que partía antes de empezar a pegarse en la fase de clasificación y que perdió debido a la tibieza que exhibió en el tramo principal de esa etapa. Las peleas acabaron siendo mucho más violentas de lo previsto y la selección perdió el norte en el mes de junio. Todos, empezando por Raúl, quieren hacer algo grande en tierras portuguesas, pero hay que empezar por sacar la rabia del humilde para tumbar a Noruega, un equipo que ya sabe lo que es descoyuntar a España.

No hacía falta refrescar la memoria del entrenador y los jugadores españoles para que tuvieran presente lo que ocurrió en Rotterdam el 13 de junio del 2000. Molina, que ya no está, lo sabe mejor que nadie. Los nórdicos ganaron en el estreno español en la Eurocopa-2000 e hicieron esa muesca en su culata en el único enfrentamiento oficial disputado hasta ahora.

Quizás por eso Iñaki Sáez diga que prefiere poner a sus jugadores una de hazañas bélicas que vídeos del estilo del 9-0 a Austria en 1999, también en Valencia. El seleccionador ha ido directamente al grano y les ha programado sesiones en las que se comprueba cómo los noruegos meten pocos goles, pero encajan menos. Sólo cinco en toda la fase de clasificación. Mala cosa para España, que tanto sufre ante rivales empeñados sobre todo en defenderse.

Todo pasa por romper la disciplina de un equipo como el noruego, que hace de la simplicidad virtud y de la pujanza física un argumento temible. "Marcándoles un par de goles puede ser suficiente. Tendrían que cambiar radicalmente su estilo para enfrentarse a un marcador así porque les gusta jugar al 0-0 e intentar sorprenderte", dijo Sáez, que volvió a echar mano del espíritu del Raúl, el capitán, para glosar el talante inconformista del delantero del Madrid: "Es como si tuviera una razón dentro de sí para tratar de dar algo más con la selección. Se lo debe transmitir a los demás. Tienen que ser verdaderos tigres".

Connotaciones épicas aparte, el seleccionador ha pensado finalmente que el sevillista Reyes puede colaborar activamente desde el principio para romper los esquemas a Noruega. Jugará en lugar de Vicente, con lo que se convierte en la gran novedad respecto a la formación titular que goleó en Armenia, además de la vuelta de Fernando Torres al ataque, por lo que Valerón vuelve a ocupar plaza en el banquillo.

Savia joven para buscarle las vueltas a un rival que gente como Raúl no menosprecia. "No hay mucha diferencia con la Noruega que nos ganó en el 2000. Hay que respetar todos los estilos de juego. Tienen jugadores muy fuertes, aunque dos de sus jugadores más importantes, Carew y Solskjaer, no están", afirmó el jugador blanco, que no ve probable dejar la eliminatoria sentenciada en Mestalla. En lo que todos coincidieron fue en que no estar en la fase final de la Eurocopa sería un fracaso. Nadie lo duda. Pero nadie piensa en ello.