Contemplar la clasificación de la Liga Femenina ya no despierta una sensación de extrañeza. Sin grandes alardes, pero con firmeza, el Mann Filter va trepando hacia los lugares en los que pidió reserva al principio de temporada. Tras vencer al Banco Simeón, las jugadoras de Juan Corral ya se han colocado en la quinta plaza, altura más lógica a su calidad, y no desvían la mirada a la caza de sus predecesores. El tiempo está de su parte y con cada partido, y a pesar del ajetreo que conlleva compatibilizar Europa y Liga, el Mann Filter va consolidando su columna vertebral y sumando virtudes a su repertorio.

El choque de ayer tampoco resultó el mejor de los espectáculos con los que consumir el tiempo un domingo por la mañana, pero bajo esta ausencia sí se encuentra el mayor de los regalos: la victoria. El Mann Filter evitó el estrés de no poder despegarse con celeridad de su rival (35-37 al descanso). Con calma y evitando males mayores, aguardó su momento y reventó el resultado con trabajo y sabiduría. Este cambio llegó en el tercer cuarto. Corral atrapó al Celta en una zona bien tejida. Encontró en Seco -hasta ayer sólo había jugado 2 minutos-- a un refuerzo inesperado y se ayudó de la velocidad de su trío exterior (Seco, García y Valero) para abrir una ligera brecha (54-47, min. 28) y empujar por ella a su rival.

EL ACIERTO DE PIIPARI En el último cuarto, las gallegas se pusieron a uno (62-61), pero dos triples seguidos de la oportuna Piipari finiquitaron la historia del cuarto triunfo, tercero seguido, de un Mann Filter que solventó la dependencia de vivir sin Nolan. Las aragonesas se mostraron ayer como un bloque, todavía con recorrido de mejora, pero en el que la combatividad de Wyckoff (8 puntos y 9 rebotes) y la muñeca de Piipari (13 puntos) deben disponer de una mayor responsabilidad. Con una Pascua dominadora, ella aguantó la igualdad en la primera parte, ésta será la línea a seguir para ganar el jueves al Villeneuve y pasar a la siguiente fase de la FIBA Cup.