Ni tanto ni tan calvo: ni el Casetas es tan malo ni el San Sebastián de los Reyes es tan bueno. La cuestión es que ayer, en el embarrado campo de San Miguel y ante más de 300 espectadores, los hombres de José Ignacio Soler lucharon como condenados, pero cometieron errores suficientes como para salir goleados con un resultado que resulta muy engañoso.

El Casetas comenzó marcando por medio de su jugador revelación Víctor Ramos, aunque el marcador se igualaría en el minuto 31 con un gol que subió al marcador más por demérito de Roberto que por acierto de Torregrosa. En el minuto siguiente, el colegiado se tragó un clamoroso penalti sobre Diego Serrano, y de lo que podría haber sido el 2-1 se pasó muy poco después al 1-2, merced a un tanto anotado por Valdivia con el que se llegó al descanso. En esta primera parte, el Casetas había dominado plenamente a su rival, pero los contraataques del San Sebastián de los Reyes resultaron letales. Además, el conjunto visitante supo aprovechar también las jugadas a balón parado, y alguna indecisión del guardameta casetero.

JUGADA CLAVE A los diez minutos de la segunda parte llegó otra jugada clave: Víctor Ramos marcó un gol clarísimo que incomprensiblemente anuló el árbitro. Las protestas fueron masivas, y Grasa se llevó una amonestación, que junto a otra en la jugada siguiente provocó su expulsión. A pesar de todo, el Casetas no se amilanó, y se lanzó al ataque. Sin embargo, otra contra visitante en el minuto 63 llevada por el exzaragocista Redondo acabó con el 1-3. El marcador todavía aumentaría a favor del conjunto visitante cuando Arias, a cinco minutos del final, anotase el 1-4 que a la postre resultaría definitivo.

El encuentro tuvo a Víctor Ramos como su jugador más destacado, secundado por Gazo, Emilio Salas y Gusi, que estuvieron seguros y peleones. Sin embargo, la actuación global del equipo no fue suficiente para ganar a un rival directo en la clasificación. La sibilina actuación arbitral y los errores propios hicieron imposible obtener un resultado menos escandaloso en San Miguel la tarde de ayer.