James Morrison no podía imaginar el incidente diplomático que estaba provocando mientras tocaba con su trompeta en el centro de la pista, durante la ceremonia inaugural de la final de la Copa Davis. Sólo escuchar las primeras notas, Juan Antonio Gómez-Angulo, secretario de Estado para el Deporte, que presidía la final junto al embajador de España en Canberra, José Ramón Barañano, saltó visiblemente alterado de su silla al comprobar que en lugar de la Marcha Real , el actual himno español, Morrison estaba tocando el Himno de Riego , nacido en 1820 para propagar la causa liberal. El máximo responsable del deporte español se precipitó sobre la barandilla para ordenar a los tenistas españoles que se marcharan del acto.

"No empecéis a jugar, me hago responsable de la situación", les dijo en tono enérgico a Corretja y Arrese el presidente del CSD, que visiblemente indignado se fue a protestar a Francesco Ricci Bitti, presidente de la Federación Internacional de Tenis (FIT).

Los componentes del equipo español abandonaron la pista. "Gómez-Angulo estaba que se subía por las paredes", admitía Arrese, que quitaba hierro a la situación y quería evitar que esa actitud pudiera afectar al partido que Ferrero debía jugar contra Hewitt. La situación obligó a retrasar el inicio de la final 10 minutos, mientras los organizadores buscaban el himno español que sonó a través de los altavoces mientras los españoles volvían a formar, sin la bandera española, en el centro de la pista.

John Fitzgerald, capitán del equipo australiano, tuvo que anunciar la razón del retraso y excusarse públicamente por el error cometido. "Creemos que el error proviende del CD de los himnos nacionales que fue suministrado al músico y que contenía lo que ya sabemos que no es el himno español", explicaba la carta remitida a Agustí Pujol, presidente de la española.

Gómez-Angulo no quedó satisfecho con esas disculpas y se marchó del palco. "La delegación española ha sido objeto de una ofensa intolerable. Exigiremos a la Federación Internacional que abra una investigación oficial, además de pedir al Gobierno australiano que dé una explicación ante la Embajada española".

Folclore altoaragonés

La canción que sonó en la madrugada de ayer en el Rod Laver Arena de Melbourne fue el conocido como Himno de Riego , declarado oficial el 7 de abril de 1822, y poco más de un siglo después, en 1931, durante la II República. La letra fue compuesta por Antonio Machado, aunque tuvo más éxito la popular.

Pero el origen del conocido himno tiene lugar en el valle de Benasque. Los intentos por atribuirse la autoría de la canción han sido objeto de estudios durante siglo y medio, pero lo cierto es que se trata de una música anónima, una típica y alegre danza popular llamada ball de Benás que podía oírse en las fiestas patronales de todo el valle altoaragonés, acompañada de unas castañuelas de madera de haya de gran tamaño. En 1939, cuando los habitantes del valle quisieron danzar su ancestral canción, se vieron sorprendidos por la prohibición de las autoridades franquistas, que sólo conocían esa pieza como himno republicano.