Víctor dispondrá a media mañana una última sesión en La Romareda, que se realizará a puerta cerrada, será muy suave y en la que sólo participarán los jugadores convocados para el partido de esta noche. El técnico justificó también su decisión de concentrar para comer ayer a los 25 jugadores disponibles porque quería que "comiesen y descansasen de una forma más ordenada".