Un amplio espectro se abre ante el CAI. En el atropellado esprint final de la Liga regular, su torpeza ha deteriorado su destino. Con la derrota en Melilla entrar entre los dos primeros en la carrera por el playoff --objetivo repetido durante toda la temporada-- no es una quimera pero sí un trabajo forzoso. Si no endereza el rumbo y sigue cayendo podría estamparse hasta el octavo puesto. La brecha que distancia ambas latitudes es la misma, dos victorias.

Para acabar entre los dos primeros, el CAI debe ganar sus tres partidos (La Palma, en Tarragona e Inca) y, sin contar Menorca, que Bilbao o Plasencia pierdan todo, dado que el basketaverage beneficia siempre a los rivales. Lo que está ya descartado es que el CAI opte al liderato final, ya que el duelo directo Plasencia-Bilbao de la última jornada lo impide.

La opción más realista es pensar en introducirse entre las cuatro plazas que da el factor cancha en cuartos. Los adversarios en esta pelea son Menorca (19 triunfos), y Granada y León (18 e igualados con los aragoneses). Los andaluces son la presa más vulnerable al poseer un calendario más agobiante (Bilbao y Menorca) que los leoneses (Inca y Lobos en casa y Cáceres, fuera) y los baleares (Algeciras y Gijón y viaje a Granada).

Pero el CAI debe mantenerse en alerta y no caer más. Frenaría en seco esta tendencia si vence el miércoles al La Palma. Así se quitaría de encima a su acosador más cercano. Si ganan, los canarios se situarían a un triunfo de los aragoneses a falta de jugar contra Melilla y en Ourense. El Lobos está también al acecho aunque con un calendario peor (Aracena-Huelva-León).