Un Valencia inofensivo, que apenas disparó un par de veces sobre la portería rival, naufragó ante el orden y el entusiasmo del Getafe, que tomó oxígeno en su camino hacia la permanencia y hundió aún más a un equipo levantino que repitió la imagen poco convincente de las últimas citas.

El primer tiempo con excesivas oportunidades, casi todas a favor de un meritorio conjunto madrileño, que acarició el 1-0 con sólo cuatro minutos disputados, pero el disparo de Riki lo interceptó el italiano Carboni en su trayectoria hacia la red visitante.

El Getafe sólo necesitó otra más para tomar ventaja. Lo hizo en una falta ensayada muy cerrada a la derecha del marco de Cañizares, en la que Míchel la tocó, Gabi se la devolvió y el propio delantero azulón envió un disparo a media altura que sorprendió al meta del equipo levantino (1-0, m. 17). El 1-0 fue un castigo merecido para el Valencia, que llegaba herido tras acumular ocho partidos seguidos sin ganar.

BUENA DEFENSA LOCAL La reanudación tampoco ofreció una versión más convincente del Valencia, que sí asumió la posesión de la pelota. La defensa tomó entonces el protagonismo en el equipo madrileño. Y lo hizo con una notable actuación.

El partido creció en tensión con el paso de los minutos, con el Valencia sin las ideas necesarias para elaborar cualquier acción relevante sobre la portería de Sánchez Broto, con un posible penalti de Nano, un gol anulado a Di Vaio y un cabezazo de Corradi, que no ocultaron la incapacidad ofensiva del Valencia.