Para todos los admiradores de Javier Yerno ya es una costumbre ver todos los años su hachazo a falta de 200 metros en los 3.000 lisos de la Liga de clubs. Eso es tan habitual como es en Monzón la romería a la Virgen de la Alegría, las Fiestas de San Mateo o la gran final que todos los años disputa en verano Eliseo Martín en los 3.000 obstáculos. Yerno es un hombre fiel al Hinaco Monzón. Sólo ha conocido la camiseta roja que ha llevado con orgullo durante 26 años seguidos.

Con su zancada eléctrica y de alta frecuencia Yerno es la imagen del espíritu de un club de cantera que ha tenido cuatro olímpicos; Javier Moracho, Alvaro Burrell, Eliseo Martín y Javier Gazol. Sus amigos siempre le llamaron El Huevos por la raza y el tesón con la que siempre ha competido.

La flor de la vida

Y el atleta montisonense sigue dando caña con 37 años. Un experto que retiene en sus piernas la ilusión del primer día. "Estoy en la flor de la vida", dice con ironía el propio Yerno. "El culpable de que haga atletismo es Tejada, un profesor de educación física de los Salesianos de Monzón. Tenía 11 años y practicaba fútbol y atletismo", recuerda el veterano atleta del Hinaco. El oscense aún se acuerda que fue subcampeón de Aragón de fútbol sala en Teruel jugando de como goleador. "Tenía 13 años", dice. Aunque lo que le enganchó de verdad fue el atletismo. El primer cross en el que compitió fue en Albalate de Cinca. Y lo ganó.

Yerno comenzó a crecer en el atletismo a la sombra de Javier Moracho, Casimiro Javierre, Emiliano Díaz, Javier Bordes, actual presidente del Monzón, José Antonio Adell, los hermanos Manau... Es amigo intimo de Fernando García y Eliseo Martín. "De el Fondi me quedo con su faceta humana. Si como entrenador es un diez, como persona un once". En cuanto a Eliseo, "es un caso aparte. Cuando lo conocí recuerdo que tenía una voz de pito impresionante. Tiene una cabeza muy bien amueblada. Los suyo es genético. Está un mes parado y a los tres días está fuerte", apunta el atleta oscense.

Yerno elige en su carrera deportiva su segundo puesto en un regional de cross. "Era en Monzón el año 93. Eliseo quedó primero y yo segundo. Eliseo venía de la mili y me ganó bien. Fue bonito quedar subcampeón de Aragón en Monzón y me supo a victoria".

Yerno tiene claro porque hay tan buenos deportistas en Monzón. "Lo principal es que haya gente que te entrene. Recuerdo que cuando era escolar, Moracho nos daba las salidas con tacos. Un olímpico estaba dando salidas a cuatro paletos y eso anima a los niños", dice Yerno.