Ya era un derbi esperado y el azar, el juguetón destino, ha querido cubrirlo de un mayor atractivo. El CAI Universidad se juega la vida, entrar o no en la liguilla de ascenso a la Superliga, y lo hace visitando en la última jornada al CAI Teruel, fuera ya de cualquier lucha. Un duelo de vecinos que acoge Los Planos (18.30) cubierto de una expectación extraordinaria. Más de mil personas, entre las que figurarán un centenar de seguidores zaragozanos, escenificarán una lucha muy esperada en el voleibol aragonés desde hace tiempo.

El CAI Universidad tiene su futuro en manos ajenas. Tras una segunda fase extraordinaria (encadena nueve victorias), llega al último partido sin asegurar la clasificación a la fase de ascenso. Para lograrlo debe mediar una derrota del L´Illa Grau o el Reyal Guadalajara y el triunfo aragonés. Así se metería entre los dos primeros y accedería a la lucha por la élite. Esta será la última oportunidad. Hay que esperar a que los castellonenses cedan en Cáceres o que los alcarreños caigan en casa ante el colista Palencia. Ambos jugarán mañana, sabiendo el resultado del CAI, en una decisión federativa incomprensible. "Lo tenemos complicado, pero no vamos a tirar la toalla ahora después de nueve triunfos", comenta Paco Díaz.

El deseo

En Teruel hubieran preferido que el Zaragoza no se jugara su futuro ante ellos. Saldrán a jugar, sin presión, pero sin desidia ni apatía. "Ojalá logren el ascenso porque sería muy bueno para el voleibol aragonés", declara José Luis Torán, presidente del CAI Teruel. El club local pretende realizar antes del partido un pequeño acto de hermanamiento, aunque después la competencia lo olvidará todo.