Es evidente que no tiene el glamour ni el prestigio de clubs como la Juventus, el Milan, el Bayern o el rutilante Chelsea de Abramovich. Pero los amantes del fútbol de alta escuela, del juego rápido y ofensivo, tienen un referente en el Olympique de Lyón, el sorprendente equipo de Paul Le Guen que está maravillando en Europa. Campéon de las tres últimas Ligas de Francia y líder actual del torneo galo con ocho puntos de ventaja sobre el Marsella, el conjunto de la Ribera del Ródano es el máximo goleador de la Champions League con 27 goles en 8 encuentros, lo que depara una media de 3,37 tantos por partido.

El equipo francés, que disputa su quinta Champions consecutiva, ya ofreció una buena imagen el año pasado, cuando cayó en los cuartos de final ante el Oporto, futuro campéon al imponerse a otro club francés, el Mónaco. En esta edición, acabó la liguilla por delante del Manchester United, pero la exhibición ante el Werder Bremen fue brutal. Eliminó al campeón alemán por un global de 10-2. "Estoy muy orgulloso. Quizá no estamos a la altura de favoritos como el Milan y el Chelsea, pero vamos a ser ambiciosos hasta el final", dice Le Guen.

El poder negro

El éxito del Lyón guarda una estrecha relación con la ambiciosa política de su presidente, Jean Michel Aulas, un poderoso empresario del sector de la informática que llegó al club en 1987, cuando tenía 38 años. El Lyón estaba en Segunda, ascendió a Primera en 1989 y fue progresando poco a poco. Acabó tercero en 1999 y 2000, segundo en el 2001 y se proclamó campeón por primera vez en su historia en el 2002, con Jacques Santini en el banquillo. Tras este título, Aulas apostó por Le Guen, que había triunfado como centrocampista en el mejor París SG de los años 90. No se equivocó.

El preparador francés, de 41 años, continuó el excelente trabajo de Santini. Pese a la marcha de Edmilson, Luyindula y Elber, el Lyón ha mantenido un gran nivel. La juventud y el éxito en los fichajes de brasileños distinguen a este equipo, así como la presencia de siete jugadores negros en el equipo titular: el lateral Diatta, el central Abidal, los pivotes Essien y Diarra --un mediocentro muy completo--, el interior zurdo Malouda y los delanteros Govou y Wiltord, que lleva cinco goles en la Liga de Campeones, pese a ser descartado el verano pasado por el Arsenal. El centrocampista brasileño Juninho Pernambucano, especialista en los lanzamientos de falta, es la referencia.

El Lyón es el único club del G-14 que no tiene en sus vitrinas ningún título europeo, pero sueña con repetir el éxito del Marsella de Raymond Goethals, que batió al Milan en la final de la Copa de Europa de 1993. En aquel equipo también destacaban jugadores de color como Angloma, Boli, Desailly y Abedi Ayew.