En el año 2000 Pauner conoció el Everest por su cara tibetana con una expedición navarra junto a Iñaki Ochoa de Olza, Mikel Zabalba, Iñaki Akerreta y Koldo Aldaz. Alcanzó los 8.200 metros en una expedición sin oxígeno. "El Everest no nos dio oportunidad de hacer un ataque definitivo. Subiendo el campo III nos pilló una ventisca tremenda y tuvimos que bajar, puesto que las condiciones eran muy malas". La expedición navarra coincidió con el equipo de Al Filo de lo Imposible. "Nadie hizo ese año el Everest sin oxígeno, ni por Nepal, ni por el Tibet". El jacetano explica que cuando hace mal tiempo, "los primeros que caen son los que van sin oxígeno". En esa expedición Iñaki Ochoa hizo un ataque previo con una expedición rusa. "Los soviéticos llevaban su oxígeno, sin ayuda de los sherpas. Subieron el 19 de mayo, pero Otxoa se quedó a 8.400 metros". Desde el norte se pueden hacer ataques rápidos "estando agazapados en el campamento a 6.500 metros. Desde el sur los ataques son más largos". Pauner considera que "la experiencia de haber dormido diez veces en el campamento II a 8.000 metros es muy valiosa". Lo peor de la expedición del año 2000 fue "el mal tiempo que no nos dio tregua. Era desquiciante no poder plantear una mínima estrategia. Pasaban los días en el base a 6.500 metros y eso nos consumía", apunta.