Lo que son las cosas. Después de haber perdido cualquier esperanza de alcanzar la internacionalidad absoluta, Iván de la Peña se ha convertido en sólo dos partidos en punto de referencia indiscutible para la selección. Luis Aragonés está decidido a darle continuidad y lo más probable es que, tras la coincidencia con Raúl en la alineación titular ante San Marino, mañana vuelva a reencontrarse sobre el césped del pequeño Maracaná la que fuera pareja de moda del fútbol español allá por 1995.

Caminos paralelos

Sus brillantes trayectorias iban en paralelo hasta la final del Europeo sub-21 que España perdió con Italia en Montjuïc el 1 de junio de 1996. Un año antes también habían caído en la final del Mundial de Qatar, en el que Lo pelat fue elegido el mejor jugador del torneo. A partir de entonces, los caminos de uno y otro les llevaron en direcciones opuestas. Raúl creció sin freno en el Madrid e Iván vio cortada su progresión en el Bar§a, del que salió para pasar con poco éxito por el Lazio y el Marsella, hasta llegar al Espanyol, donde ha recuperado lo mejor de sí mismo.

"No sé si estoy en mi mejor momento. Lo que está claro es que disfruto con lo que hago. He trabajado desde pequeño, aunque es cierto que he mejorado bastante táctica y defensivamente", decía ayer el jugador cántabro, pragmático y modesto a la hora de acomodar en su rapada cabeza tanto elogio como ha recibido en las últimas horas: "Tampoco hay que exagerar. Al lado de jugadores de tanta calidad es fácil jugar. Tener al lado a Xavi y por delante a Torres, Joaquín y Luque hace todo más sencillo", afirmó tras el partido del sábado contra China.

Cuatro meses después de la gran decepción en la final de Montjuïc, Javier Clemente hacía debutar a Raúl en la absoluta contra la República Checa. De Iván prefirió olvidarse, lo mismo que los seleccionadores sucesivos, que consideraron, como tanta gente, que el discutido centrocampista había dado un enfoque equivocado a su carrera. Ha sido así hasta que se ha encontrado con Miguel Angel Lotina en el Espanyol y que Luis Aragonés haya reconocido sus méritos en el equipo blanquiazul. Después de recular durante tanto tiempo, Iván ha sacado por fin la cabeza.

Cuesta abajo

El delantero madridista, por contra, pasa ahora por sus peores momentos, aunque para Aragonés sigue siendo imprescindible para choques de la trascendencia del de mañana ante Serbia y Montenegro. Cuestión de carácter más que otra cosa, aunque los números del jugador en las dos últimas temporadas indican que está metido de lleno en una caída complicada de remontar. Y todo cuando aún no ha cumplido los 28 años. De la Peña está a punto de llegar a los 29 y empeñado en demostrar que lo mejor de su carrera está por llegar.

Pero no va a ser él quien discuta a estas alturas el valor de Raúl. "Sólo puedo decir que es el número uno y si ha llegado donde ha llegado es por méritos propios y porque se lo ha ganado a pulso", afirma el centrocampista del Espanyol, encantado con la idea de volver a jugar tanto junto a su buen amigo como junto a Torres: "Claro que podemos hacerlo los tres en un partido de esta importancia". Y se permite la licencia de dar un consejo al seleccionador. "Se puede salir al ataque en todos los campos. La clave puede ser hacer un gol y jugar después a la contra".