El jugador del Salamanca Miguel García abandonó ayer por la tarde la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Clínico y fue trasladado a la planta de cardiología. Según aseguraron fuentes del club charro, los servicios médicos del centro hospitalario han considerado que el exfutbolista del Real Zaragoza B podía abandonar ya la UCI y dieron la orden, a las 13.45 horas, de que fuera llevado a una habitación en planta, donde permanecerá cinco días hasta que reciba el alta médica.

Miguel García sufrió el domingo un infarto cardiaco durante el partido entre el Salamanca y el Betis. Los servicios médicos del Clínico salmantino informaron el lunes al jugador de que el infarto y la endoprótesis vascular (stent) que le han colocado en una de sus arterias le van a impedir volver a jugar al fútbol.

Tras pasar una nueva noche en la UCI, desde el club salmantino se aseguró ayer que Miguel García había pasado una "buena noche" y que su evolución es satisfactoria.

El Salamanca emitió un comunicado en el que anuncia que Miguel García ofrecerá una rueda de prensa cuando reciba el alta y que hasta entonces, por expreso deseo del futbolista y de su familia, así como del departamento de cardiología, no hará ninguna declaración.

Desde que se conoció el incidente, las llamadas de apoyo al jugador han sido numerosas. Incluso la afición salmantina ya ha preparado un homenaje, el próximo sábado en el estadio de Zorrilla, en el partido entre el Valladolid y el Salamanca.

Por su parte, el entrenador del Salamanca, Óscar Cano, reconoció ayer que existe "psicosis" en la plantilla y se puso como ejemplo él, al afirmar que lleva dos noches que piensa en sus hijos y en sus amigos. "Cuando hay una vida en juego primero piensas en ti y después en que le podía haber pasado a uno de los tuyos".