Si un velocista como Thor Hushovd, aunque sea campeón del mundo, triunfa en una etapa pirenaica, con el Aubisque de por medio, lo más fácil es pensar que no ha habido apenas lucha entre los favoritos en la general. En cierta manera así fue, ya que todos los aspirantes al jersey amarillo decidieron recuperarse camino de Lourdes de la paliza del jueves en Luz Ardiden y ante la batalla que se espera el sábado en el Plateau de Beille. Todos escalaron el Aubisque, los kilómetros previos, el descenso y el llano hasta la ciudad santa al ritmo del Europcar, el conjunto del líder Thomas Voeckler. Sin embargo, Hushovd se lo tuvo que trabajar; primero para pillar la fuga buena del día, después para decidir atacar en el Aubisque, lejos de ser un escalador y finalmente para iniciar una caza y captura de Jéremy Roy, al que pilló a falta de dos kilómetros para meta. Capturó al corredor francés cuando el numeroso público de Lourdes ya celebraba la primera victoria francesa. Hushovd superó a Roy y lo pasó como si fuera un auténtico fórmula uno. Por detrás, solo el incansable Philippe Gilbert para ganar unos puntos en la regularidad y unos segundos en la general decidió romper la paz del pelotón. Alberto Contador y Samuel Sánchez, séptimo y octavo de la general, se tomaron la jornada como un auténtico entrenamiento con dorsal. En el Plateau de Beille el panorama será distinto.